Cena en el Celler de Can Roca. Os contamos la experiencia

Cena en el Celler de Can Roca. Os contamos la experiencia
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Han pasado ya quince días y aún no me he repuesto del todo de la experiencia que supuso para mi poder disfrutar de una cena en el Celler de Can Roca. Asistir a uno de los mejores restaurantes del mundo y degustar un menú tan largo en buena compañía, es algo inolvidable.

Por eso, voy a intentar plasmar en palabras todas las sensaciones que pude disfrutar durante esa noche, para que de alguna manera podáis compartir conmigo esta fabulos experiencia gastronómica, que sin duda, os recomiendo vivir en primera persona si tenéis la ocasión.

Dado que hay una lista de espera de casi un año para acudir al Celler en fin de semana y de más de seis meses para ir en diario y teniendo en cuenta que esta experiencia gastronómica no está al alcance de todos en la situación económica actual, creo que dar un repaso al menú Festival, uno de los dos que ofrecen en degustación, puede ser una buena forma de compartir mi visita con todos vosotros.

Situado en Can Sunyer 48 de Girona la recepción muestra enseguida la distribución de los espacios. La gran sala donde se sitúa el comedor, rodea un espacio arbolado acristalado. También se accede desde la recepción a la entrada de la bodega, a la zona de espera y por supuesto a la amplia cocina donde trabaja el equipo de los hermanos Roca.

Los tres hermanos Roca i Fontané dirigen los tres aspectos diferentes de su trabajo, que simbolizan con su logo, la R con tres patas. Joan se encarga de la cocina, Josep de los vinos y Jordi de la pastelería y repostería del Celler, así como de la heladería Rocambolesc de cuya visita os hablé hace unos días.

La cocina

cocina celler roca

Nuestra llegada empezó de forma magistral. Nos recibió Joan Roca que nos acompañó a su territorio, enseñándonos las distintas zonas de trabajo donde las diferentes brigadas trabajaban incansables. Además de hacer algunas fotos, pudimos ver cómo preparaban alguno de los platos que más tarde disfrutaríamos.

La cocina tiene una distribución muy bien pensada y todo el personal que allí trabaja desempeña una actividad permanente, con una calidad que es referencia para todo el sector. Ya hace más de 25 años que abrieron, siempre manteniendo ese nivel.

aperitivos celler

Tras recorrer las distintas dependencias, pasamos a la zona de espera o biblioteca donde nos sirvieron los primeros aperitivos, junto a una copa de cava Turó d'en Mota 02. Nos trajeron el bonsai de olivo con las olivas caramelizadas, un bombón de jerez y naranja, una galleta de maíz con polvo de algas y gambas y unas espinas de anchoa con tempura.

La mesa y el menú Festival

Ya sentados a la mesa comenzó el menú, con una cucharita de tortilla de alcachofas. A continuación llegó el primer plato llamado Comerse el mundo en el que una especie de globo de papel esconde cinco bocados que representan distintos países.

Un yogurt helado con rábano picante y eneldo por Laponia, un mole poblano con guacamole y cilantro por México, una corteza de cerdo con salsa hoisin y vinagre de arroz por China, una almendra con yogur de cabra, azafrán y ras el hanout por Marruecos y un delicioso hummus con sésamo negro por Líbano sirven para cerrar el recorrido de pequeños platos y aperitivos.

caldo de verduras celler roca

Tanto los aperitivos como el primer plato, los maridamos con un exquisito Taleia 09 de la D.O. Costers del Segre. Tras los entrantes, comenzamos con un caldo de verduras con guisantes lágrima, mango y dados de pera acompañado de carne de erizo. Quizás fue el plato que más me gustó, tanto por su delicioso sabor como por su estética y textura. Creo que es de lo mejor que he probado en los últimos tiempos.

Seguimos con un consomé de trufa con yema de huevo y helado de espárragos, delicioso en sus diferentes texturas para pasar a las pipas de calabaza con alcachofas que maridamos con cerveza Inedit de Damm, con cuyos responsables asistimos a la cena.

trufa esparragos y alcachofas con inedit

La cena continuó con un vino Pedra de Guix 2010 de la D.O. Priorat con quien llegaron otros platos tan sublimes como la anguila con angulas a la brasa y ajo con pimiento, la peculiar ostra con salsa holandesa de caza y el bacalao en brandada algo más clásico.

pescados can roca

El homenaje continuó con el besugo a la brasa con salsas de cítricos y endivias con genciana y el impresionante canapé liofilizado de salmonete con su espina con los que terminamos con los pescados para dar paso a las carnes y al Ferrer Bobet Selecció 09 también de la D.O. Priorat.

Otro plato que nos dejó impresionados a todos los asistentes, fue un soufflé de trufa con tuétano y reducción de ternera que en formato bocadito nos hizo sentirnos en la gloria. Qué intensidad de sabor, qué delicadeza de texturas. Qué plato tan bien logrado.

carnes celler roca

Seguimos con una ventresca de cordero y mollejas hechas al humo de brasas de encina, acompañado de berenjena blanca, regalíz y café para terminar con una becada con cebolla, nueces caramelizadas, curry y hierbas de la que nos comimos tanto los sesos como unos trocitos de su pechuga.

Los dulces

Comenzamos con un curioso postre llamado Nube de limón, para pasar a uno de los clásicos del Celler, el Postre láctico formado por leche en distintas texturas tales como dulce de leche, helado de leche de oveja, espuma de cuajada, yogurt de oveja y una nube de algodón de leche junto a un poco de guayaba para los contrastes.

postres celler

Para rematar, una manzana de feria, que escondía una mousse de manzana en su interior y un café acompañado de los clásicos petit fours con los que estiramos la noche manteniendo una tertulia hasta bien entrada la madrugada.

La sensación

Aunque habéis visto un estupendo menú largo que nos tuvo disfrutando casi tres horas antes de quedarnos de sobremesa, os confieso que lo primero que me vino a la mente cuando nos sirvieron el último plato antes de los postres, la becada fue pensar: "¿Ya está? Qué corto se me ha hecho"

Y es que cuando estás disfrutando de productos de calidad, buena compañía y conversación, el tiempo pasa volando. Ha sido al escribir el borrador de esta entrada y repasar las fotos que tomé durante la cena cuando he podido revivir esta experiencia que conservaré en mi memoria durante muchos años.

Si os cuento que Francis Paniego, que estaba en el restaurante cenando aprovechando que estaba en Girona por el Fòrum Gastronómic, y el propio Joan Roca se sentaron con nosotros a los postres y se quedaron de charla con nosotros hasta las tantas, os podréis imaginar que la noche se convirtió en algo realmente inolvidable.

En el Celler de Can Roca, se ofrecen dos menús: el menú Degustación de clásicos, a 135 euros y el menú Festival, a 165 euros. Estos menús, maridados con vinos seleccionados por Josep Roca, suben respectivamente 55 euros y 85 euros. Todos los precios son con el IVA incluido y hay que reservar por mesas completas.

El Celler de Can Roca

Can Sunyer 48 Girona Tel 972 222 157 Web oficial

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