Descubrir un restaurante agradable y a buen precio, donde puedas elegir un buen menú del día o comer a la carta dignamente, es siempre una buena noticia cuando tus horarios te obligan a comer fuera de casa prácticamente a diario. Por eso hoy quiero hablaros del Restaurante tapería El Palé en Madrid, ya que me gustó mucho comer allí hace un par de días.
Situado en el barrio madrileño de Chueca, se trata de un restaurante de cocina creativa, con raciones generosas y un estupendo menú del día; un restaurante cómodo y agradable en el que te sientes como en casa, con una excelente atención y platos bien originales.
Espacio y local
Nada más entrar en el Restaurante El Palé, descubres una decoración realizada en madera que te llama la atención. Modernas bombillas grandes en lugar de lámparas y palés de madera por todas partes. Desde en la tarjeta del restaurante a los divertidos posavasos. Buen gusto y creatividad.
La luz entra por los ventanales y la planta de calle es luminosa y amplia. El ladrillo visto y las pinturas blancas son muy agradables, las mesas son amplias y bien arregladas con unas sillas comodísimas. Los manteles, de papel, también tienen una imagen que imita los palés de madera.
El menú de El Palé
Aunque había un menú del día a un precio de 10,50 euros, -con dos platos, postre y bebida que tenía muy buena pinta-, y que a juzgar por el tamaño de las raciones y las caras de satisfacción de quienes lo probaban lo hacían recomendable, mi acompañante y yo decidimos inclinarnos por pedir platos de la carta.
La camarera nos dijo que sería suficiente con tres platos para compartir entre los dos y siguiendo su consejo, elegimos un entrante a compartir y dos platos principales, y así haríamos hueco para poder probar los postres.
Los panes venían en una cajita y eran un surtido de distintas variedades. Mientras llegaba el entrante, tomamos una cerveza, y nos obsequiaron con un chupito de gazpacho, que estaba correcto sin más.
El entrante que habíamos pedido era un pulpo acompañado de un puré de manzana con tuétano, original y rico, que matizaba y completaba el sabor del pimentón. El pulpo estaba tierno, pero quizás las rodajas deberían haber sido un pelín más gruesas para que tomara más protagonismo con su guarnición. De todas formas, la ración era bien generosa.
Los dos platos principales fueron un acierto. Por un lado un secreto a la plancha, bien cocinado, tierno por dentro y crujiente en el exterior, y acompañado de una salsa chimichurri casera que le daba el punto exacto.
Además la carne venía acompañada por unas patatas al horno como guarnición, grandes, mantecosas, muy bien hechas. La ración de este plato era muy abundante, y fue más que suficiente para que los dos comensales pudiéramos comer ampliamente.
El otro plato que compartimos se llamaba Gambones envueltos en jamón ibérico sobre un mar de albahaca. Aunque el plato estaba bien resuelto y la combinación de sabores era estupenda, -la salsa de albahaca era deliciosa- me gustó más el punto del secreto ya que era difícil que no se secaran un poco las gambas al hornearlas, por grandes que fueran.
En cuanto a los postres, me quedé con ganas de probar una sopa de cítricos con chocolates que se había agotado por lo que me dejé aconsejar por la camarera que insistió mucho en que probásemos el coulant.
Siguiendo su consejo, los postres que pedimos fueron el coulant de chocolate, delicioso, bien elaborado y un panqueque relleno de dulce de leche. Lo mejor fue saber que el coulant lo preparan en el momento, y por ese motivo, aunque tarda unos 15 minutos en estar listo, sale perfecto de punto. Si queréis pedir este postre os recomiendo que lo pidáis al encargar los platos y así os ahorraréis la espera.
Restaurante Tapería El Palé
Calle San Marcos 28 (Entrada por Barbieri 8)
Madrid 28004
Teléfono reservas
Menú del Día 10,50 euros
Precio a la carta 20-25 euros
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