Nuestra forma de vida, nuestra creciente preocupación por la salud, y la mayor formación que la mayoría vamos adquiriendo en el campo de la alimentación, ha hecho que el mercado de los alimentos que venden salud haya crecido mucho en los últimos tiempos.
Cuando vamos al super todos buscamos omega-3, si compramos lácteos buscamos aquellos que tengan bajo contenido graso y pocas son las cestas de la compra que ya no llevan un producto que promete que puede reducir el nivel de colesterol o multiplicar nuestras defensas.
Algunas empresas sin escrúpulos habían encontrado en esto un gran filón, y utilizaban (algunos siguen utilizando) la salud como reclamo, recuerdo como hace años, recién estrenada en las inspecciones, me escandalicé cuando vi un paquete de cebollas "sin colesterol".
No es un caso aislado, muchos mentían a la hora de alegar propiedades nutricionales, otros simplemente se aprovechaban de las virtudes de un producto (como en el caso de las cebollas, que no tienen colesterol no porque sean un producto diferenciado, sino porque el colesterol es un compuesto de origen animal), otros pregonan ventajas que tienen todos los productos de la misma rama, etc.
Era obligatorio que hubiera una legislación que controlara este tipo de cosas, sobre todo cuando el consumo de todos estos productos crecía, y además se encarecían cada vez más. La conseguimos, el Reglamento 1924/2006 que se publicó en enero del año pasado, pero para el que todavía queda mucho trabajo que hacer.
Las empresas que quieren (de momento lo hacen de forma voluntaria) someten a un examen por parte de la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) sus productos, y por ahora hoy que tenemos los primeros datos, esta agencia ha dado un no rotundo al reclamo del 90% de los alimentos que han pasado por sus manos. Aunque claro hay que aclarar que ha sido sólo una primera batería de 8 productos pero nos da una aproximación de lo que podemos estar comprando en el super.
De la primera bateria de productos, 8 como os acabo de decir, algunos alegaban propiedades saludables para el crecimiento y desarrollo de los niños y otros para la reducción de las enfermedades y sólo (uno de los productos de) Unilever ha pasado la criba, que sostiene lo ya comprobado con estudios propios, que algunos compuestos vegetales pueden reducir la absorción de colesterol.
Lo preocupante en este caso, es que a pesar de los resultados de las primeras pruebas y lo que los que nos dedicamos a inspección sabemos es que algunas empresas podrán esperar incluso a 2015 para ponerse al día con la normativa, lo que significa que durante este tiempo seguiremos a la merced de mucha publicidad engañosa.
En fin, por lo menos es un paso, pero estoy segura de que a todos nos hubiera gustado que fuera más rápido, sobre todo viendo los primeros resultados.
Vía | El País Más información | Reglamento (CE) Nº 1924/2006 En Directo al Paladar | Nuevas normas de etiquetado de los alimentos En Directo al Paladar | Más control n el etiquetado de los alimentos sin gluten En Direct al Paladar | Todas nuestras noticias sobre etiquetado