Cuántas veces hemos oído la frase "Que el alimento sea tu mejor medicina y tu mejor medicina sea tu alimento" atribuida a Hipócrates. No hay duda de que una alimentación completa, que incorpore todos los nutrientes es un pilar básico de nuestra salud. Sin embargo, hay que tener en cuenta los límites que esto tiene. Son innumerables los libros que nos hablan de los beneficios de las dietas depurativas, o dietas para combatir o prevenir el cáncer, o para curarnos de casi cualquier tipo de enfermedad que se nos ocurra. Sin embargo, hay que tener clara una cosa, la alimentación no lo cura todo. Ni mucho menos.
No hay persona que no siga una de las muchas "dietas depurativas" o "dietas milagro", que no afirme automáticamente que "está mejor que nunca". Aquí se confunden dos factores. ¿Es realmente la dieta lo que hace que te sientas mejor o es tu compromiso con los objetivos que te has marcado con lo dieta, los que hacen que creas que estás mejor? Difícil saberlo, y más todavía si nos atenemos a opiniones personales.
Dietas para curar el cáncer, el autismo, o cualquier otra dolencia surgen por doquier. Parece que nos dan la falsa ilusión que solo si comemos bien nos vamos a curar de absolutamente todo. Por desgracia esto no así, y lo que es peor, esto se aprovecha por muchos "vendedores de humos" para sacar un buen dinero. Come paleolítico y te curarás de esto, no comas trigo y evitarás "una larga lista de enfermedades"...
El Dr. Rath y el SIDA
Un caso lamentable es el protagonizó el Dr. Rath hace unos años, afirmando que el sida se podía curar con unos suplementos vitamínicos. Afirmaba que el SIDA era la consecuencia y no la causa, de un desajuste vitamínico que, ¿cómo no? se curaba tomando sus vitaminas. Por desgracia, su teoría tuvo un enorme eco durante algún tiempo en Suráfrica y el mensaje caló en su ministerio de salud. Siguiendo sus consejos, cientos de miles de surafricanos afectados por el SIDA no tomaron antirretrovirales, sino vitaminas. El resultado fue la muerte de muchos de ellos. Eso sí, ahora tenían buenas vitaminas.
Como siempre ocurre en este tipo de casos, el Dr. Roth afirmaba que todo era un complot de la industria occidental para vender retrovirales y la comunidad científica no aceptaba sus "revolucionarias" ideas porque estaba confabulada con las grandes farmacéuticas. Uno se pregunta por qué el Dr. Roth no se animó a inyectarse el mismo el virus del SIDA y demostrar en su propio cuerpo la validez de sus teorías, en vez de experimentar con las vidas de miles de Sudafricanos. Obviamente, en este caso, una buena nutrición no era ni es la solución para curar una infección vírica.
El caso de la comida podrida
Un caso llamativo es el de Aajonus Vonderplanitz. Afirma que fue capaz de recuperarse de un cáncer incurable comiendo comida podrida. Y cuando digo podrida digo realmente insoportable a tenor de lo se muestra en estos vídeos de internet. Realmente hay muy poca base sólida para soportar esta idea. Por desgracia, el cáncer en una enfermedad muy compleja, y aunque los hábitos alimentarios juegan una factor de prevención importante, pensar que comiendo comida podrida se puede curar uno... En fin, lo más seguro es que si alguien tratara de curarse de la misma forma, acabara antes muerto de una intoxicación o infección bacteriana, que de cáncer.
Traigo este caso a colación porque son muchos los libros de dietas milagro asociadas a la curación de cáncer, que afirman que comiendo X o dejando de comer Y uno se acaba curando. Además, los peores libros son los que firman médicos tipo Mercola o similares, en los que un no experto en oncología se pone a predicar los beneficios de tal dieta. Si al menos "regalaran" sus consejos, pero por desgracia la mayoría de las veces van asociados a la venta de libros o lo que es peor de complementos vitamínicos, no siempre imprescindibles, pero sí "recomendados por el Dr. X".
Para llevar
No cabe duda de que la alimentación juega un papel clave en nuestra salud. Pero también lo hacen otros factores, estilo vida, exposición a agentes tóxicos, viajes, genética, edad, etc... Sería genial que solo comiendo bien, fuéramos capaces de curarnos pero por desgracia no es tan sencillo. Por muy bien que comas, seguirás cogiendo catarros en invierno o el SIDA si no tomas precauciones.
Quizá precisamente porque cada vez, a nivel global, tenemos acceso a más y mejores alimentos y que gracias a la medicina vivimos más años, nos estamos enfrentando ahora a enfermedades que antes si siquiera llegaban a presentarse, simplemente porque nos moríamos antes. También hay que tener en cuenta que ahora detectamos muchos más problemas que antes relacionados con la salud o la alimentación y eso plantea nuevos retos. Pero tenemos que ser conscientes de los límites.
Una regla sencilla para llevar. Si una dieta determinada afirma que puede curar una enfermedad, o lo que es peor, varias enfermedades a la vez y además te recomienda complementos vitamínicos que puedes obtener fácilmente de la propia web de autor, es muy probable que haya gato encerrado. No piques y ve a un médico de verdad, harás un gran favor a tu salud.
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