Supongo que no soy a la única a la que le pasa, ¿no?. En épocas de exámenes cuando estudiaba o ahora que trabajo, cuando este se multiplica, noto como aumenta mi apetito, incluso diría que aumentan concretamente las ganas de comer determinados alimentos tales como chocolates o frutos secos. Pues bien, parece que no es que yo sea rara, sino que según la revista Nature Neuroscience y gracias a un estudio que han realizado en ratones (y que falta, eso sí comprobar en humanos) tenemos una especie de hormona del hambre que actúa en estos momentos de máximo estrés.
Pero como todo en nuestro cuerpo tiene una razón de ser, por algo es la máquina más perfecta que conocemos, y que esta hormona no se dispara porque sí, sino para reducir los síntomas que acompañan al estrés tales como depresión y ansiedad.
Al parecer, gracias a esta hormona de la que hasta ahora poco se sabía la grelina existe una relación entre el nivel del estrés, el hambre, el humor y la dosis de energía. Todos sabemos que muchas veces cunado estamos muy agobiados un trozo de chocolate puede cambiarnos totalmente el humor, pues bien, parece que por fin empezamos a entender por qué.
Vía | El Mundo Más información | Nature En Directo al Paladar | El interruptor biológico de la obesidad: el estrés
