¿Sabes qué tienen en común Barack Obama, Marting Luther King y Norman Burlaug? Puede que a los dos primeros les conozcas, pero estoy casi seguro que del tercero ni siquiera te suene su nombre. También es muy probable que tu vida, o la vida de muchos otros millones de personas, no fuera la misma sin las contribuciones que hizo N. Burlaug en el campo de la investigación de cultivos. Burlaug fue el padre de la "revolución verde" que ha hecho posible la vida y el desarrollo de países como China, Brasil, México o la India.
Ahora nos parece muy normal que haya haya millones de personas en todo el mundo comiendo. Aunque la desnutrición y el hambre siguen siendo un grave problema en algunas regiones del mundo, también es cierto que podemos decir que nunca antes en la historia de la humanidad hubo tantas personas que comieran tanto. De hecho, muchas de las potencias emergentes o emergidas, como ya las denominan algunos, quizá deban una gran parte de su éxito a los esfuerzos e investigaciones de una sola persona. Norman Burlaug.
El personaje
Norman Burlaug fue un ingeniero agrónomo que dedicó casi toda su vida a investigar sobre la forma de aumentar y mejorar la producción en muchos países, y sus contribuciones llevaron a hacer posible el desarrollo y la vida de millones de personas. De hecho, es posible que tu propia vida, hoy en día, fuera distinta sin las aportaciones de Burlaug.
Nacido en Estados Unidos y con ascendencia noruega, Burlaug, estudió ciencias y trabajó en diversas agencias de la administración americana, hasta que se especializó en agronomía, con foco en control de plagas, fertilizantes y pesticidas. De ahí, pasó al que sería el centro de investigación en el que revolucionaría la investigación agraria, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, o CIMMYT de México.
Las investigaciones de Burlaug
México siempre había tenido problemas de abastecimiento de comida y Burlaug, con sus trabajos en el CIMMYT, contribuyó a su resolución. Se dio cuenta de que, en un campo de trigo, cada planta competía con las demás por alcanzar más luz. Esto le llevó a estudiar variedades que tuvieran tallos más cortos. De esta forma, la planta podría dedicar más recursos a producir más grano y menos tallo. El trabajo no fue sencillo, pero allá por el año 1973 logró que usando su nueva variedad de trigo "acortada" México fuera capaz de producir 6 veces más trigo que en el año 1944. El año siguiente, y por primera vez en su historia, México fue autosuficiente en la producción de trigo convirtiéndose desde entonces en un país exportador.
Burlaug en Asia
El éxito de las cosechas de Burlaug en México, le llevó a Asia, donde países como China o India, llevaban años con problemas de hambrunas endémicas. Millones de personas morían de hambre porque no se podía producir suficiente alimento para todas. De hecho, había quien aseguraba que el mundo estaba abocado a una "bomba poblacional" precisamente porque no sería capaz de producir suficiente comida.
Tras sortear diversas dificultades políticas y culturales, las variedades de trigo de Burlaug, lograron resultados espectaculares en India y Paquistán, haciendo que estos dos países fueran autosuficientes en el año 1968. De la misma forma, su aportación a la agricultura China, hizo posible que el gigante asiático fuera capaz de alimentar a más de 1000 millones de personas hoy en día.
Seguramente, nadie haya impactado tanto en el desarrollo de estos países como Norman Burlaug.
Los retos de la revolución verde
Burlaug basó gran parte de sus éxitos en conseguir nuevas variedades de plantas mediante cruzamientos y en ayudarse de agroquímicos en forma de fertilizantes, NPK, nitrógeno, fósforo y potasio, que ayudaban al crecimiento y productividad de los cultivos. Esto también tuvo consecuencias ambientales en forma de contaminación de aguas y acuíferos que todavía no hemos sido capaces de resolver. Además, la producción masiva de estos agroquímicos tiene una base muy fuerte en la industria del petróleo.
El gran reto de la revolución verde es, por tanto, doble. Por un lado seguir ofreciendo la misma productividad con un menor impacto ambiental, ajustando al máximo el uso de agroquímicos imprescindibles. Y por otro, lograr que esos agroquímicos se reutilicen o se produzcan con la menor huella de uso de carbono posible. El reto no es fácil.
Epitafio
Burlaug falleció a causa de un linfoma en el año 2009 a la edad de 95 años en Dallas, USA. Es más que probable que el pan que te comas hoy venga directamente de una de las variedades que él descubrió. Lo que es seguro es que hoy no seríamos más de 6000 millones de personas en el mundo si no tuviéramos nada que llevarnos directo al paladar. Y en eso, el "desconocido" Norman Burlaug tiene mucho que decir.
Imágenes vía | Wikipedia En Directo al Paladar | Sobrepeso y obesidad vs hambre y desnutrición, ¿qué puede más? En Directo al Paladar | Cuando la especulación financiera mata de hambre. Literalmente.