El queso feta griego auténtico, con certificación de origen, es un producto que nos encanta tener siempre en la nevera por su delicioso sabor y enorme versatilidad. En Grecia protagoniza muchos platos, pero también es frecuente preparar con él un marinado en aceite estupendo para tener siempre a mano en casa.
Los quesos en aceite se pueden encontrar ya preparados, por ejemplo un manchego curado, aunque los más frescos como el feta todavía se ven poco, y sale mucho más barato hacerlo casero. Seguimos esta idea de Cooking Ilustrated cocinando primero el aceite de oliva con los aromáticos para infusionarlo y dejar el ajo tierno y suave, logrando además, al mezclarlo con el queso, que este se reblandezca un poco y absorba mejor los sabores.
Se puede personalizar cambiando ingredientes como el tomillo por otra hierba o añadiendo un toque más cítrico usando limón, quitando el picante o potenciándolo. Lo importante es usar feta auténtico, aceitunas de calidad y buen aceite virgen extra, pero que no tenga un sabor muy potente para no restar protagonismo a los demás componentes.
Poner en un cazo los ajos laminados, el tomillo, la ralladura de naranja, los copos de chile o una guindilla en rodajas (o una cayena desmenuzada) y verter 240 ml del aceite de oliva. Calentar a fuego suave sin dejar que hierva ni humee para que el ajo se cocine sin tostarse, adquiriendo una textura blanda.
Mientras escurrir el queso feta (la cantidad marcada es aproximada, añadir más o menos según el formato del paquete que tengamos) y cortar en cubitos del tamaño de un bocado. Escurrir las aceitunas y cortar por la mitad, salvo si son pequeñas. Mezclar ambos en un recipiente.
Pasados 20 minutos, cuando el ajo esté tierno, apagar el fuego y verter sobre el queso y las aceitunas con todos los aromáticos, o echar estos en el cazo (lo que sea más cómodo), mezclando suavemente. Tapar y dejar enfriar durante 1-2 horas. Agregar el resto del aceite, llevar a un recipiente de tapa hermética y guardar en la nevera.
Onena Ají Especias 30 g
Con qué acompañar el queso feta marinado
Hay que tener cuidado en no refrigerar el aceite a temperatura muy baja o podrá solidificarse. Podemos consumirlo frío o dejar que se atempere un poco para saborearlo mejor, y es una mezcla deliciosa para tomar en rebanadas de pan, tostas o con pan de pita. También podemos servir la mezcla con unas verduras asadas o añadir algunas cucharadas a una ensalada, sin necesidad de aliñarla después. Es también un complemento delicioso para pizzas recién horneadadas o pasta, y el aceite sobrante cuando se gaste el queso y las aceitunas resulta adictivo para mojar pan o usar como aliño.
En DAP | Salteado de maíz, queso feta y tomate con albahaca: receta saludable, rápida y rica de verano
En DAP | Saganaki: la receta griega de queso feta frito que querrás comer día sí y día también