Salir de tapas y ser vegetariano puede llegar a resultar un tormento, ya que aunque estos bocados en miniatura han evolucionado una barbaridad y los podemos encontrar de todos los sabores y texturas, la mayoría tienen como ingrediente principal algún producto de procedencia animal. Pero si has decidido cambiar tu alimentación o simplemente eres un apasionado de las verduras, cereales y leguminosas, no te desanimes porque las posibilidades son infinitas. Desde Tapeo Mahou te damos algunas ideas para que elabores tus propias recetas vegetarianas y descubras todo el sabor que ofrecen los productos de la tierra. El límite solo lo pone tu imaginación.
Bastones de berenjena con salmorejo
Ingredientes: 1 berenjena cortada en bastones, 1\4 litro de cerveza, harina, aceite de oliva, 400 gr de tomates pera maduros, 250 gr de miga de pan del día anterior, vinagre de jerez, 1 diente de ajo, una pizca de sal.
Lo mejor es elaborar el día anterior el salmorejo y así nos aseguramos de que esté fresco y con el sabor más concentrado. Pelamos los tomates y el ajo y trituramos todo junto a la miga de pan, que previamente habremos empapado en agua, la sal y el vinagre. Un truco muy bueno es seguir batiendo mientras vamos echando un hilo de aceite de oliva para que emulsione y adquiera una textura mucho más cremosa. Una vez que lo tenemos lo reservamos en frío para su consumo.
Pelamos las berenjenas y las cortamos como si fuesen patatas, en bastones. A continuación las dejamos a remojo durante una media hora en cerveza lo que las quitara el amargor y las dejará más esponjosas. Las escurrimos bien, las pasamos por harina y las freímos en abundante aceite caliente. Las sacamos, escurrimos el aceite sobrante y las ponemos a punto de sal.
Es una delicia mojar los bastones de berenjena recién fritos y calientes en el salmorejo frío y un poco ácido: resultan una combinación perfecta.
Hummus con crudités
Esta receta, tradional de los países árabes, es sabrosa, sana, económica y muy fácil de hacer. ¿Qué más se puede pedir?. Es una de esas recetas "comodín" que puedes tener lista en un momento y siempre quedas bien.
Ingredientes: 400 gramos de garbanzos (puedes cocerlos tú y te saldrá más barato y sano o comprar un bote con ellos ya cocidos), 2 dientes de ajo, 3 cucharadas de tahini o pasta de sésamo (la puedes conseguir en cualquier tienda especializada en productos árabes), un pellizco de comino según el gusto, el zumo de 1/2 limón aproximadamente, unas 3 cucharadas de aceite de oliva, sal y pimienta negra.
Se mezclan los ingredientes (las cantidades pueden variar según el gusto de cada cual) en un recipiente y se bate con la batidora o bien a mano con un tenedor (según el tiempo del que dispongas o la paciencia que tengas) hasta conseguir una textura cremosa y homogénea. Si ves que queda excesivamente seco, le puedes añadir un poco de agua, pero sin pasarte!
Una vez que tenemos la crema lo servimos es un recipiente hondo. Se recomienda adornar con un poco de perejil espolvoreado y un chorrito de aceite de oliva. Se puede tomar con pan de pita, pero a mí me encanta con vegetales crudos como zanahorias, ramas de apio o pimientos rojos cortados en juliana, es decir, las famosas "crudités".
Croquetas de tofu y calabacín
No hay nadie que se resista a unas buenas croquetas, pero ¿a quién le apetece ponerse a hacer besamel? Además algunas personas tratan de prescindir de la leche de vaca en su alimentación por resultarles indigesta. Así que te propongo esta receta fácil y sencilla que no solo admite como verdura el calabacín, sino que podrás investigar y hacerla con cualquier otra verdura e incluso combinaciones de varias. Si no tienes el tofu incluido en tu dieta habitual te aconsejo que lo pruebes porque este producto chino derivado de la leche de soja da mucho juego en la cocina y además aporta proteinas, hierro y calcio.
Ingredientes: 1 calabacín, 125 g. de tofu natural, pan rallado, harina, 1 cucharadita de comino molido, 1 pizca de sal y abundante aceite para freír.
Se aconseja lavar bien el calabacín, para poder aprovechar también la piel, llena de nutrientes. Rallamos el calabacín y el tofu y lo echamos en el mismo recipiente. Añadimos una cucharadita de comino molido con la palma de la mano y una pizca de sal. Mezclamos todo bien.
A continuación vamos echando el pan rallado poco a poco (la cantidad dependerá de la humedad del tofu y del calabacín) y amasamos hasta que quede una masa con una consistencia suficientemente compacta con la que poder hacer las croquetas. Hacemos las bolitas con la masa y las rebozamos en harina. Para terminar freímos las croquetas con abundante aceite. Cuando estén doradas por los dos lados las sacamos y las ponemos en un plato con papel absorbente para que escurra bien el exceso de aceite.
Paté de aceitunas
Hay pocas cosas tan sencillas de hacer y sabrosas como el paté de aceitunas negras también llamado olivada o tapenade. Sirve como tapa untado en pan, pero también lo podemos utilizar como salsa para ensaladas o acompañamiento de carne a la brasa. Podemos utilizar cualquier tipo de aceituna negra y si no tienen hueso nos ahorraremos mucho trabajo.
Ingredientes: 150 g de aceitunas negras sin hueso, 1 diente de ajo, 1 cucharadita de orégano, 50 g de aceite, 1 cucharadita de alcaparras, 1 cucharadita de zumo de limón.
Solo tendrás que ponerlo todo en el vaso de la batidora y batirlo hasta conseguir la consistencia deseada. A continuación úntalo en unas tostadas y a disfrutar de esta delicia que también llaman "el caviar de los pobres".
Libritos de seitán con queso
Otro de los ingredientes clave y muy útil en una dieta vegetariana es el seitán: preparado alimenticio a base de gluten de trigo que aporta muchas proteínas y es un buen sustitutivo de la carne en las dietas macrobióticas. Se puede comprar en tiendas especializadas o fabricarlo en casa. Te animo a que lo pruebes ya es muy versátil y admite todo tipo de sabores y acompañantes.
Ingredientes: 1 taco de seitán (unos 400g), 6 lonchas de algún queso fácil de fundir, 1 huevo, pan rallado y abundante aceite para freir.
Primero cortaremos el seitán en crudo en lonchas de un dedo aproximadamente de grosor y sin llegar al final, a modo de libro. Luego introduciremos lonchas de queso y las rebozaremos primero en huevo y luego en pan rallado. Por último las freiremos con abundante aceite y una vez que estén doradas las sacaremos bien escurridas para eliminar el exceso de aceite. Se pueden servir acompañadas de algún tipo de mermelada para contrastar el sabor dulce y el salado que siempre queda genial.
Foto| Tarbolam En tapeo Mahou| Las cinco tapas más madrileñas