El jengibre fresco se ha convertido en un condimento básico de nuestras despensas casi al nivel del ajo. También como los dientes de ajo, este rizoma puede ser pelado de diferentes formas y admite distintos tipos de corte, aunque rallándolo obtendremos una mayor versatilidad y ventajas en la cocina. Pero la mejor forma de rallar el jengibre no es con un rallador, sino con una cuchara.
Este pequeño utensilio de cocina llegó de casualidad a nuestras vidas tras leer alguna referencia por las redes estadounidenses, y nos picó la curiosidad para probarlo. El jengibre fresco rallado hace magia en multitud de platos, no solo de cocina asiática, y también es un ingrediente fabuloso en la repostería, pero el rallador tradicional puede ser tortuoso, sobre todo a la hora de limpiarlo.
La curiosa cuchara prometía grandes resultados con un uso extremadamente sencillo y, casi tan importante como su efectividad, ocupando poco espacio en el cajón de la cocina. Definitivamente, teníamos que probarla.
Qué es una cuchara ralladora
Su nombre no deja mucho lugar a dudas: se trata de un pequeño utensilio con forma de cuchara que tiene la parte cóncava cubierta por pequeños dientes muy afilados formando una espece de rejilla fina. A diferencia de un rallador corriente, la hoja no está atravesada por orificios, es decir, el alimento rallado se mantiene en la propia cuchara, sin salir por detrás.
Esto hace que sea muy fácil rallar el jengibre u otro alimento para su dosificación precisa sin desperdiciar algo que se suele obviar en la raíz de origen asiático: los jugos. Al rallar el jengibre no solo obtenemos una textura muy fina que se incorpora homogéneamente a cualquier preparación, rompiendo sus fibras, también extraemos una especie de zumo muy rico en aromas y sabor. Ocurre lo mismo con los dientes de ajo.
Tradicionalmente en Asia se utilizan ralladores especiales para jengibre o cúrcuma con forma de plato cerámico, quizá más útiles a la hora de rallar una cantidad mayor de producto por el depósito de alrededor. Sin embargo, a veces es difícil extraer toda la pulpa, y es menos eficiente con volúmenes pequeños.
El sistema de la cuchara es perfecto para la cocina del día a día, con todas esas recetas en las que se indica -o indicamos- emplear "un trocito" de jengibre fresco. Conseguimos, además, dosificar fácilmente las cantidades y, si vamos a cocinar una sopa, guiso, caldo o salsa, solo hay que introducir directamente la cuchara llena para liberar el contenido rallado.
Westmark Cuchara ralladora de jengibre, 18.3 x 4.2 cm, Acero inoxidable, Plata, 11582260
Esto es muy también para para preparar infusiones o bebidas como la leche dorada o golden milk; después de colar el líquido infusionado retiraremos la pulpa de jengibre, pero habremos aprovechado al máximo todos sus valiosos y deliciosos jugos.
Existen diferentes modelos a la venta; nosotros hemos elegido la cuchara de Westmark por las buenas valoraciones y por ser una marca alemana que suele presentar productos de buena calidad. Está fabricada en una sola pieza sólida, en acero inoxidable y con un diseño ergonómico fácil de usar y manejar. Tiene la base de la cuchara aplanada, para poder apoyarla bien, y pesa apenas unos 50 g.
Para usarla no tenemos más que hacer un corte por el extremo del jengibre que queramos rallar, retirar un poco de piel -o podemos dejarla, se puede consumir si está en buen estado- con una cucharilla o un cuchillo puntilla, y frotar directamente la parte expuesta sobre la rejilla. No hay que hacer mucha fuerza, solo movimientos en todas las direcciones para que los dientes rompan todas las fibras de la raíz.
El resultado es pulpa de jengibre fina, suave y jugosa, nada fibrosa, lista para incorporar directamente en la receta. También es útil para rallar dientes de ajo y especias secas como la nuez moscada o el haba tonka, incluso chocolate o quesos muy curados, si solo queremos un toque. Para la piel de los cítricos seguiremos usando, eso sí, nuestro querido Microplane.
La limpieza es igual de rápida y fácil. No creemos que sea apta para el lavavajillas, pero enjuagándola bajo el grifo y con un poco de lavavajillas corriente queda como nueva. Y, como ya hemos señalado, se guarda perfectamente en cualquier cajón de la cocina sin estorbar, una herramienta muy útil para tener siempre a mano.
Westmark Cuchara ralladora de jengibre, 18.3 x 4.2 cm, Acero inoxidable, Plata, 11582260
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