En una ciudad donde los bares tradicionales están en peligro de extinción, el cierre del bar Casi es una pérdida significativa por pequeño que este sea. Este cierre se suma ahora al de otros locales de toda la vida, pero la razón no es, como sí sucede habitualmente, al aumento de los precios.
Ubicado cerca del Park Güell, en la calle Massens, este diminuto pero emblemático local, fundado por Casimiro Monte, ofrecía recetas tradicionales como cap i pota y otros platos de cuchara que conquistaron a una clientela fiel. Según El Periódico, el bar ha decidido cerrar sus puertas definitivamente tras más de cuatro décadas, casi cinco.
El Casi era conocido por su ambiente familiar y su menú diario, que combinaba calidad y precio razonable. A pesar de su proximidad a un punto turístico tan emblemático, había logrado mantenerse como un refugio para vecinos, lejos del bullicio turístico que caracteriza a la zona. No obstante, ciertamente ya hacía un tiempo que su menú también se traducía a mano al inglés.
Casimiro Monte, el fundador, tenía una personalidad peculiar que daba vida al local. Su habilidad para gestionar el flujo de clientes, incluso utilizando trucos como bajar la persiana para simular que el bar estaba lleno, era legendaria.
Sin embargo, tras su retirada de la primera línea, su hijo ha intentado mantener el negocio, pero sintiendo que no lograba recuperar la esencia que lo hacía especial.
El cierre del Casi es un reflejo de los cambios en Barcelona, donde muchos negocios tradicionales luchan por sobrevivir frente a la presión del turismo masivo y las rentas altas. Este bar era uno de los últimos vestigios de una ciudad más auténtica.
Aunque ahora el local queda en silencio, su legado, como sus míticas tortillas caseras, sus albóndigas artesanales y su escudella ahora en tiempo de frío, permanecerá en la memoria de quienes lo frecuentaban.
Con su desaparición, los vecinos pierden no solo un lugar para comer, sino también un espacio de comunidad. Y, para quienes lo conocieron, queda el sabor amargo de despedir otro trocito de la Barcelona de siempre.
Foto | Genís Viegas/Google Maps y Bar Casi/Facebook
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