Guadalajara no te la acabas. Llega de localidades, pueblos y aldeas, esta provincia castellano-manchega esconde secretos en cada rincón, guardando verdaderos tesoros históricos y joyas naturales donde multitud de culturas han dejado su huella. En La Alcarria, siguiendo el curso del Tajo, una pequeña villa conserva un patrimonio inesperado pero de importancia crucial en nuestra historia.
Es Zorita de los Canes, una encantadora y pequeña localidad típicamente alcarreña que mantiene vivo su origen medieval, aunque su nacimiento se remonta a la presencia de los pueblos visigodos en la zona. El pueblo en sí nació de la mano de los musulmanes, reconquistado en el siglo XI y repoblada la zona con población mozárabe.
Tras ayudar al rey Alfonso VIII a conquistar e incorporar Zorita a la corona castellana, la Orden de Calatrava recibió la villa en el siglo XII, convirtiéndola en cabeza de una Encomienda y bastión militar de referencia de la zona, sede de la Mesa Maestral Calatrava hasta el siglo siguiente. Huella de aquella presencia de los caballeros ha quedado en el imponente castillo que protege el pueblo, cuyas viviendas y construcciones descansan entre la fortificación y el cauce del río, una fortaleza que arrancó como alcazaba árabe y que terminó de brillar gracias a la orden militar.
Reacondicionado para visitas, el castillo ofrece unas vistas panorámicas del pueblo y la comarca que nadie se puede perder, pero el propio edificio en sí es un recorrido muy interesante por los diferentes espacios, épocas y usos que tuvo a lo largo de los siglos, gran ejemplo de arquitectura militar y residencial de la Edad Media.
En la parte baja de Zorita destaca el bello entorno del Parque Fluvial, muy concurrido en verano por sus agradables y refrescantes aguas, zona natural de agradable paseo el resto del año, y buen punto para observar la majestuosidad del castillo en lo alto, siempre vigilando el pueblo.
Y muy cerca del entorno urbano Zorita de los Canes tiene una parada más que hace único a este pueblo, no solo en la provincia sino ya en toda Europa y, por extensión, en el mundo: el Parque Arqueológico de la ciudad visigoda de Recópolis, fundada por Leovigildo en el Cerro de la Oliva. Son los restos arqueológicos de la única ciudad visigoda conocida, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1946.
Llamada Recópolis en honor al futuro rey Recaredo, es la única ciudad de nueva planta construida en aquella época anterior al dominio musulmán, que además llegó a tener unas grandes dimensiones con magníficos edificios y siguiendo un trazado urbano bien diseñado y dividido por distintas zonas, con murallas, palacio y arrabales. Abandonada a mitad del siglo IX, sirvió de cantera para construir la nueva ciudad andalusí de Zorita, y más tarde una comunidad de campesinos cristianos aprovecharon las ruinas para construir viviendas y una iglesia.
Imágenes | Antonio Tajuelo - Zorita de los Canes - AdriPozuelo
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