Comida falsa pero irresistible: así muestran sus menús los japoneses

Comida falsa pero irresistible: así muestran sus menús los japoneses
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El misterioso Japón y su fascinante cultura se han popularizado mucho en Occidente en los últimos años. Ya no atrae solo a los amantes de lo oriental ni es territorio exclusivo de frikis, mangakas o adictos a la tecnología, y es que sus curiosidades, peculiaridades y excentricidades son de sobra conocidas. Es célebre su obsesión por reproducir en figuras de plástico todo tipo de personajes y objetos, con la comida ocupando un capítulo aparte. Y es que tiene un papel importante en la extraña manera que tienen los menús japoneses para mostrar sus platos.

¿Os gusta tener una imagen previa de la comida que se sirve en un restaurante al que acudís por primera vez? A veces el nombre o la descripción no es suficiente para hacernos una idea exacta de lo que nos espera, y las fotografías suelen ayudar, salvo que sean un completo desastre y tengan el efecto contrario del deseado. Pues si una imagen vale más que mil palabras, los japoneses han sabido llevar la idea al extremo apostando por la “comida falsa”, reproducciones en cera o plástico de sus platos que buscan el máximo realismo posible. Se trata del sampuru, y es todo un arte.

Un poco de historia

Sampuru, la comida de plástico japonesa

Se suele creer que la costumbre del sampuru es reciente porque parece algo propio de la cultura pop de nuestros días, pero en realidad los orígenes de este curioso arte se remontan a principios del siglo XX. Debemos situarnos un poco en el contexto histórico y cultural en el que vivía la sociedad japonesa por entonces, cuando apenas empezaba a abrirse al mundo, y más concretamente, a Occidente. El cambio de siglo coincidió con el final de la Era Meiji, unos años cruciales para el futuro de Japón en los que el país vivió profundos cambios que afectaron a todos los niveles.

Fueron décadas muy complejas como para abordarlas aquí, pero nos basta con saber que fue un momento clave en el que el país nipón dejó de estar aislado y encerrado en su propia cultura y costumbres para empezar a recibir influencias de países externos. Empezaba así a relacionarse ya de forma determinante con el resto del mundo, sobre el que además llegaría a jugar un papel determinante, a nivel económico, militar y cultural.

Sampuru, la comida de plástico japonesa

Los japoneses empezaron a encontrarse con elementos hasta entonces desconocidos, y entre ellos había muchos productos y alimentos que la sociedad tenía que asimilar. Ingredientes y comidas hoy habituales eran toda una novedad, no siempre bien recibida a las primeras de cambio. ¿Cómo llamar la atención y animar a la gente a probar cosas nuevas y extrañas? Si hay algo que siempre han tenido claro, es que lo visual tiene un gran poder.

Así fue como, en su origen, las primeras reproducciones de comida falsa se utilizaron para mostrar platos y productos extranjeros a la población local. Las ilustraciones y dibujos de los platos occidentales daban una idea de la comida, pero las imitaciones en tres dimensiones empezaron a tener un efecto mucho más efectivo sobre los potenciales clientes. Las primeras reproducciones se remontarían hasta 1917, pero el año clave en la historia del sampuru fue 1932, cuando un avispado Iwasaki Ryuzo fundó una compañía que se especializaría en este arte.

Arte e industria

Sampuru, la comida de plástico japonesa

El sampuru (サンプル), del inglés sample - muestra, ejemplo-, es hoy toda una industria y un negocio de lo más lucrativo. Hay compañías especializadas en la creación de esta comida falsa que fabrican para todo tipo de negocios de hostelería, pero también se venden piezas sueltas a cualquier cliente que las quiera comprar. Además existen muchas familias que llevan ya varias generaciones dedicándose a este trabajo, que en realidad es, como comentaba anteriormente, todo un arte del cual hay auténticas maravillas.

La propia compañía fundada por Iwasaki Ryuzo, Iwasaki Be-I, no solo sigue actualmente en activo sino que es hoy el líder de un sector que genera millones de yens al año en beneficios. Las mejores reproducciones se pagan a muy buen precio, y hay restaurantes de lujo dispuestos a invertir una buena parte de su presupuesto en exhibir las copias falsas de sus codiciados platos.

Sampuru, la comida de plástico japonesa

Los amantes de la cocina que visiten Japón no pueden perderse un buen paseo por la calle Kappabashi de Tokyo. Allí se concentra un gran número de tiendas de todos los tamaños especializadas en temas culinarios, con toda la variedad de menaje y accesorios que uno se pueda imaginar, y más. En general hay muchos locales enfocados en proveer de productos a los profesionales de la restauración, pero se puede encontrar prácticamente de todo y con gran variedad de precios.

Entre los útiles de cocina también hay muchas tiendas que venden este tipo de comidas falsas, tanto para restaurantes y otros negocios de hostelería como para supermercados, particulares o turistas. La gama de comida falsa que se puede encontrar allí es amplísima, desde platos cocinados de todo tipo hasta piezas específicas de sushi recreando los más variados pescados con sumo realismo.

¿Cómo se elabora?

Sampuru, la comida de plástico japonesa

Aunque en su origen el sampuru se manufaturaba con cera, hoy en día se suelen utilizar plásticos y derivados como la parafina. Cuando se trabaja a partir de un encargo concreto de un restaurante, lo habitual es que la empresa o el artesano elabore el molde a partir del plato en concreto que se quiere reproducir. Se prepara entonces un molde de silicona usando una caja de madera, y después se vierte el plástico líquido en dicho molde. Una vez solidificado, ya se tiene la base de la copia.

Obviamente el proceso no puede terminar ahí. Comienza entones la nada sencilla tarea de dar todos los detalles posibles al producto terminado, usando pinturas y barnices para dar un acabado colorido y brillante, y trabajando con herramientas de precisión para marcar texturas y pequeños detalles. Hay reproducciones más trabajadas y otras más sencillas y económicas pero algunas son verdaderas obras de arte salidas de las expertas manos de artesanos que llevan toda la vida dedicándose a este trabajo.

Es tal el nivel de profesionalidad que incluso hay competiciones y exhibiciones de sampuru, con renombrados artistas muy famosos cuya destreza está muy cotizada. También existen talleres y cursos para aprender a elaborar tu propia comida falsa, y hoy en día son muchas las tiendas que venden incluso online todo tipo de reproducciones a cualquier lugar del mundo y en forma de todo tipo de objetos. Llaveros, mecheros, USB sticks, bolígrafos y plumas, fundas de móvil... cualquier cosa puede tener el aspecto de un plato japonés.

Todo son ventajas

Sampuru, la comida de plástico japonesa

Decíamos al principio que el sampuru nació como una forma de acercar a la sociedad japonesa los platos extraños occidentales, pero con el tiempo se invirtió la situación. Con la llegada de extranjeros a Japón, sobre todo a partir de la eclosión del turismo, esta curiosa forma de mostrar la comida se ha convertido en algo muy útil para cualquier visitante. En un país en el que todavía la gastronomía resulta ajena a los que vienen de fuera, y con un idioma tan diferente, los menús de plástico facilitan enormemente la tarea de saber qué y dónde comer.

Esto además tiene varias ventajas para el restaurante. No solo se ahorran problemas de comunicación con el cliente extranjero, también pueden conseguir destacar sobre la competencia si tienen un escaparate bien trabajado. El turista ya sabe lo que va a encontrar y sabe su precio, por lo que no debería haber lugar para malentendidos o reclamaciones. También agiliza el servicio, puesto que no hay necesidad de meditar la carta, y deja la puerta abierta a futuras nuevas visitas para poder probar los demás platos expuestos que no se han podido degustar.

Sampuru, la comida de plástico japonesa

Está claro que Japón es único en muchos aspectos, y la original forma que tienen de mostrar la comida en los restaurantes es otro buen ejemplo. En otros países se está imitando este arte, aunque por el momento ninguno iguala la dedicación y tradición de los nipones. Además es importante cuidar que las copias de plástico no se estropeen, hay que renovarlas cada cierto tiempo junto con el menú y vigilar a la competencia. Un escaparate anticuado, con la comida de plástico llena de polvo y descolorida solo conseguirá alejar a potenciales clientes. Por eso los platos falsos deben ser llamativos, realistas y muy apetitosos. ¿Qué os parece este sistema? ¿Funcionaría en nuestro país?

Fotos | su.bo, Stéfan, Danny Choo, Shadowgate, Edward Dalmulder, Robert Young, Fake Food Japan

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