Este pequeño pueblo mallorquín nació como granja árabe y hoy es uno de los más bonitos de Baleares en plena Sierra de Tramuntana

En el noroeste de Mallorca nos espera Fornalutx, un pequeño pueblo construido en piedra lleno de encanto en un torno de gran belleza

Fornalutx
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Las Islas Baleares son siempre un destino apetecible todo el año mucho más allá de la temporada alta del verano, y la mayor de todas, Mallorca, tiene mil rincones por descubrir perfectos para una escapada que combine naturaleza, cultura gastronomía y mar. En el noroeste de la isla, en plena sierra de Tramuntana, una parada imprescindible es Fornalutx, pequeña villa que se puede visitar en un día pero con la que soñarás volver.

Forma parte de la asociación de los Pueblos más bonitos de España, y no es para menos. Empezando por su bellísimo entorno natural, en el corazón de las montañas del valle de Sóller junto al macizo del Puig Mayor, la historia de Fornalutx se remonta a más de mil años atrás cuando comenzó como pequeño asentamiento árabe en forma de granja.

Su desarrollo urbano ha estado muy ligado a la cercana población de Sóller, con el que ha formado parte de un mismo territorio municipal hasta su independencia definitiva en el siglo XIX. Con menos de 20 kilómetros cuadrados de superficie y poco más de 700 habitantes, esta villa conserva su identidad medieval a través de sus calles, plazas, patios y edificios construidos en piedra.

El encanto de Fornalutx se respira perdiéndose en esas callejuelas estrechas de adoquines, con cuestas a veces empinadas y escaleras que exigen un mínimo esfuerzo al visitante que será sobradamente recompensado con todos los detalles que guarda la localidad. Las bonitas viviendas tradicionales, con sus cuidadas fachadas, la abundancia de macetas llenas de plantas y flores y la magnífica conservación de todo el pueblo invitan a patear cada uno de sus rincones.

Fornalutx

Como paradas imprescindibles hay que destacar, en primer lugar, la Plaza de España, núcleo principal del pueblo y de su vida social, con numerosos bares, restaurantes y cafeterías en su mayoría dotados de terraza. Además hay que acercarse a conocer el Ayuntamiento con su torre de defensa del siglo XVII, la iglesia originaria del siglo XIII que combina estilos gótico y barroco, y la casa noble de Can Xoroi, que recoge fotografías antiguas de la localidad.

Lo más recomendable para visitar Fornalutx es llegar a primera hora y aparcar en uno de los aparcamientos habilitados en la entrada, dedicar el grueso del día a conocer el pueblo sin prisa con su parada para repostar, y después aprovechar para explorar el magnífico entorno natural con alguna ruta de senderismo. De hecho, el propio pueblo es parada habitual entre los ciclistas y senderistas más experimentados en sus rutas por la Sierra de Tramuntana.

Otra buena idea es continuar la ruta en la cercana Sóller, a apenas unos kilómetros de distancia, o, si el tiempo acompaña -que suele ser lo habitual aquí- acercarse a alguna de las calas de esta zona de la isla.

Mallorca 5 (Guías de Región Lonely Planet)

Imágenes | iStock/Anita_Bonita - Pixabay/katzenfee

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