Se dice que el cliente siempre tiene la razón, pero se supone que en la cocina de un restaurante manda el chef o el propietario del local. El problema surge cuando la voluntad de la cocina choca con las exigencias de la clientela, un dilema que en una pizzería inglesa puso a sus responsables en un brete del que no sabían cómo salir. Hasta que dieron con la solución más sencilla: si tanto quieres algo, tienes que estar dispuesto a pagar por ello. Aunque sea un precio absurdamente elevado.
En Pizza Lupa, de Norwich, en el condado inglés de Norfolk, se negaban a incluir la siempre polémica pizza con piña en su carta. Pero la susodicha, que levanta tantas pasiones como odios exacerbados, tenía su legión de fans entre la clientela, generando un runrún entre el público y en las redes sociales que terminó por llevar al límite a su personal, lanzando una encuesta para comprobar si realmente se había tanta gente deseosa de verla en el menú. El resultado no les gustó en absoluto.
“Aborrezco por completo la piña en la pizza”, afirma con rotundidad Francis Woolf, copropietario del restaurante. Un sentimiento compartido por Quin Jianoran, el cocinero, quien añade que no tiene ningún problema en tomar la fruta tropical en otros platos o bebidas, como una piña colada. Pero jamás en una pizza. “ Prefiero ponerle una maldita fresa que esa amenaza tropical”, añade.
Rendidos ante la evidente popularidad de la hawaiana, pero negándose aún a rendirle pleitesía a lo que consideran un invento del demonio, idearon la manera de quitarse el muerto de encima sin dejar de ofrecer la pizza con piña en su menú, como exigía el público. Simplemente la cobran a 100 libras, casi 120 euros al cambio. Por una pizza normal y corriente a la que añaden rodajas de piña de bote, como manda la tradición.
“Sí, por 100 libras puedes tenerla. ¡Pide también el champán! ¡Vamos, monstruo!”, reza con sorna el menú. La pizzería ha mantenido la narrativa cómica en sus redes sociales con varias publicaciones en torno al drama de la piña, logrando así una campaña promocional simpática que refuerza la comunidad con sus clientes, sin dejar de expresar su odio declarado al que debe ser una de las creaciones más polémicas de la historia de la cocina reciente.
Como sucede con el cilantro o la tortilla con/sin cebolla, la pizza con piña se ama o se odia. Lo que no está tan claro es que su amor merezca pagar más de 100 euros.
Imágenes | Lupa Pizza
En DAP | Tres trucos para hacer una pizza con piña de escándalo: el secreto de la hawaiana no está en la masa
En DAP | Masa de pizza casera
