La largamente esperada secuela de 'Gladiator' está arrasando en taquilla y ese éxito hay que aprovecharlo. Lo que quizá nadie se esperaba es que fuera Airbnb la empresa con la ocurrencia más polémica hasta la fecha: recuperar las batallas de gladiadores que tuvieron lugar hace casi dos mil años en el mismísimo Coliseo, el Anfiteatro Flavio que es uno de los principales monumentos históricos, y todo un símbolo, de Roma. La idea digamos que no ha gustado mucho en la ciudad.
“Lucha como Gladiator II y forja tu destino con fuerza y honor en el Coliseo”, reza el titular del anuncio con el que la plataforma publicita el evento. Un llamamiento cargado de epicidad cuyo relato continúa en varios párrafos, tratando de convencer al potencial viajero de que puede vivir una experiencia única en primera persona en una ciudad sobradamente explotada por el turismo. Ya no basta con visitar museos, ruinas, iglesias y monumentos históricos, ahora se ve que hay que vivirlos.
Concretamente, la experiencia tendrá lugar el próximo mes de mayo de 2025, pudiendo hacerse ya la reserva para alguno de una de las dos sesiones de tres horas de duración que se celebrarán los días 7 y 8 de ese mes. Cada turno tendrá una capacidad máxima de 16 participantes que se enfrentarán por parejas.
Además de la lucha en sí, la actividad incluye acciones previas como pasar por el hipogeo, vestirse con una armadura adecuada a elección de cada participante, un recorrido por las entrañas del anfiteatro a la luz de las antorchas y un banquete a base de alimentos propios de la época. Y mientras se espera su turno, los participantes podrán asistir como espectadores en primera línea de los demás combates.
Aunque en Airbnb afirman estar totalmente comprometidos con la protección del patrimonio, situando esta acción como parte de varias medidas para reactivar el turismo patrimonial en Europa, en Roma no ven con buenos ojos la iniciativa. Los 1,5 millones de dólares que la plataforma va a aportar al monumento para su renovación y conservación no parecen haber convencido a la ciudad, que consideran la idea humillante y un insulto al patrimonio histórico de la ciudad.
Massimiliano Smeriglio, responsable de cultura del Ayuntamiento de Roma, ha pedido a Airbnb que cancele el proyecto, “No podemos convertir uno de los monumentos más importantes del mundo en un parque temático”. Una opinión que comparte Enzo Foschi, del Partido Demócrata: “No somos Disneylandia, somos Roma”. Sin embargo, la iniciativa sí ha sido muy bien recibida por el partido de la primera ministra Giorgia Meloni, acusando a los partidos de izquierda de tener prejuicios y odiar a la propia historia romana.
El anuncio de Airbnb se enmarca además en pleno ambiente caldeado en la ciudad y en toda Italia, pues se acusa a la plataforma de estar inundando el país de alquileres a corto plazo que provocan un aumento de los precios de la vivienda y escasez de las mismas, expulsando a los vecinos de sus propias localidades. Es decir, como está ocurriendo en medio mundo.
Imágenes | Airbnb