Siempre se dijo aquello de que el hambre agudizaba el ingenio. Lo que no sabíamos es que el ingenio podía llegar a las técnicas constructivas, como han comprobado unos arqueólogos neerlandeses, que han encontrado en unas antiguas ruinas del siglo XVII.
Ha sido en la ciudad de Alkmaar, en la provincia de Holanda Septentrional, donde un grupo de investigadores han levantado parte de un suelo en el centro histórico de la localidad y donde han encontrado el macabro aunque práctico hallazgo: un suelo totalmente enlosado con huesos.
Como decimos, no es algo extraño, pues ya estaba documentado que era habitual recurrir a este tipo de soluciones para rellenar suelos, habiendo varias pruebas previas donde ya se habrían encontrado restos así.
En este caso, cabe recordar que este descubrimiento no tiene nada que ver con huesos humanos, como si sucede en osarios y catacumbas, sino que para rellenar los suelos se recurrió a restos animales.
Lo que se aprecia, según los investigadores, es que se utilizan huesos del pie de vacas, bueyes y toros. Concretamente partes de los metacarpianos y de los metatarsianos que, además, se habían cortado en piezas muy similares. Lo curioso, además, está en que a pesar del desgaste que han sufrido algunas piezas, se advierte un patrón dispositivo con los huesos colocados en vertical.
No es el primer hallazgo de este tipo de soluciones, pues previamente se descubrieron suelos con huesos en otras localidades neerlandesas como Enkhuizen o Edam, pero ahora el reto de los investigadores es intentar datar la peculiar solución arquitectónica.
La casa donde se ha encontrado el solado óseo data del siglo XVII, pero es posible que el suelo sea muy anterior, ya que los suelos de hueso eran más abundantes en el siglo XV.
No obstante, no es la única curiosidad de este tipo de soluciones. Advierten los investigadores que recubrir el suelo con baldosas no era particularmente caro en la época, por lo que recurrir a los huesos es algo que todavía está por identificar.
Imágenes | Ayuntamiento de Alkmaar