Disneyland París es la parada obligada para millones de personas cada año. Viaje familiar por antonomasia para ver a Mickey, Minnie, Pluto, Donald y toda la pléyade de dibujos albergados bajo la creatividad de Walt Disney y sus secuaces, el universo ha crecido exponencialmente cuando Disney se hizo con los derechos de Star Wars, además de adquirir Pixar.
Un conglomerado para niños y no tan niños del que he sido muy partícipe. Tanto como para haber ido a Disneyland París un total de diez veces. Creo, de hecho, que fuera de España es el destino al que más veces he viajado y es que, incluso, en algunas ocasiones he ido expresamente a Disneyland sin pasar por la casilla de París.
Y he ido en todo tipo de viajes y pelajes. He ido de pequeño con mis padres varias veces, incluyendo primos, tíos y abuelos. He ido de adolescente, también con mi familia y con amigos –y sus familias–, y he ido de 'adulto'. O pretendidamente adulto.
Pero lo cierto es que he ido a Disneyland París con pareja y sin ella; en grupos de amigos grandes y pequeños; incluso aproveché una ocasión en París, un día tonto entre semana de abril, que estaba en Francia por cuestiones laborales para darme un buen tute por Disneyland.
Y he de reconocer que he disfrutado Disneyland París siempre. Tanto como para haber ido dos veces a Disneyworld Orlando y que me pareciera un parque temático peor. Es cuestión de gustos, pero siendo Disneyland París como mi casa.
Por eso creo tener la suficiente potestad para asegurar cuál es la mejor época del año para visitar Disneyland París y, creedme, no es en Navidad. Sé que es habitual que se convierta en un viaje familiar navideño porque las condiciones lo permiten a costa de días libres de padres y progenitores y las extensísimas vacaciones de los escolares, pero Disneyland París en Navidad es el infierno en la tierra, aunque estés rodeado de Mickey Mouse y sus secuaces.
Más colas que nunca, más frío que nunca y días inusitadamente cortos que hacen imposible disfrutar el parque en su plenitud desaconsejan el viaje. Insisto: sé que mucha gente solo puede ir a Disneyland en Navidad, pero si pudierais evitar estas fechas, mejor.
Tampoco recomiendo ir en verano. He ido un par de veces, tanto en julio como en agosto. No preguntéis por qué, pues deberíais preguntárselo a mi ex. Lo cierto es que Disneyland París en verano no está del todo mal, pero vuelve a haber mucha gente y particularmente hace más calor del que desearías.
Nos quedan el otoño y la primavera, dos territorios proscritos para las vacaciones oficiales, pero un tesoro para el que se lo puede montar bien. Sí, también sé que son las dos épocas del año donde más difícil es rascar días a las vacaciones infantiles, pero lo cierto es que, dependiendo de donde vivamos, una Semana Santa o el clásico puente del 12 de octubre –si tenemos suerte– son momentos perfectos para ir a Disneyland París.
Para mí, los mejores meses para visitarlo son abril, mayo y septiembre. Sé que no es fácil conseguirlo, pero son meses que tienen días largos (como para que no haya que emigrar del parque a las cuatro y media de la tarde); temperaturas correctas (pero cuidado, que sigue siendo Francia y nos puede jugar una mala pasada), y sobre todo no está tan masificado como el verano o la Navidad, las dos épocas de las que huiría como la peste.
Otro consejo maestro es que antes de comprar vuestras entradas, comprobéis que hay alojamiento y, sobre todo, que no coincidan las fechas con días festivos en Francia como el 14 de julio, el 8 de mayo (victoria en la II Guerra Mundial), el Lunes de Pentecostés y el día de la Ascensión de la Virgen (este último par de fechas suelen caer en mayo).
Además, echad un vistazo siempre a los calendarios escolares franceses porque en cada trimestre –noviembre, invierno (que no Navidad) y primavera– los niños franceses suelen tener dos semanas de vacaciones que hacen que Disneyland París se llene.
Imágenes | Facebook Disneyland París
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