España es un país rebosante de tesoros naturales y patrimoniales. Desde las imponentes montañas de los Pirineos hasta las playas del Mediterráneo, cada rincón ofrece una riqueza particular. También encontramos cascadas escondidas en bosques, ríos que serpentean por valles, pueblos medievales cargados de historia y cuevas que guardan secretos milenarios.
En Galicia, la combinación de naturaleza y legado histórico alcanza un nivel especial. Aquí, las rías atlánticas se mezclan con castillos, monasterios y pazos, creando escenarios que parecen sacados de cuentos. Uno de estos lugares mágicos, en la costa de A Coruña, es el Castillo de Santa Cruz, una fortaleza levantada en una pequeña isla que asombra a locales y visitantes por su singularidad y belleza.
Situado en la ría de A Coruña, el Castillo de Santa Cruz se encuentra en el municipio de Oleiros, a apenas unos kilómetros de la ciudad de A Coruña. Este castillo, construido en el siglo XVI, fue una pieza clave en la defensa costera gallega, especialmente en tiempos de conflicto con piratas y flotas extranjeras que amenazaban la región.
La elección de su ubicación no fue casual: la pequeña isla donde se levanta ofrecía un puesto estratégico desde el cual vigilar y controlar el acceso a la ría, siendo una barrera natural frente a las invasiones.
El Castillo de Santa Cruz es un ejemplo del estilo arquitectónico militar renacentista que caracteriza a las fortificaciones de su época. Su diseño es robusto, de muros gruesos y altos, pensado para resistir ataques.
La estructura principal está compuesta por un recinto amurallado que rodea la fortaleza y varios edificios anexos que servían para albergar a los soldados y almacenar provisiones. En la actualidad, el acceso a la isla se realiza a través de una pasarela peatonal que conecta con el continente, permitiendo a los visitantes disfrutar del hermoso paisaje marítimo que envuelve al castillo.
Este castillo ha tenido varias funciones a lo largo de su historia. Tras su etapa defensiva, pasó a manos privadas y, a principios del siglo XX, fue residencia de Emilia Pardo Bazán, una de las escritoras más ilustres de la literatura gallega. Hoy, es sede del Centro de Extensión Universitaria y Divulgación Ambiental de Galicia (CEIDA), una institución dedicada a la educación ambiental que ofrece actividades culturales y científicas relacionadas con la preservación del medio ambiente.
El Castillo de Santa Cruz es un lugar que invita a explorar y disfrutar de sus rincones y su entorno natural. La fortaleza en sí ofrece al visitante una inmersión en la historia de la defensa costera gallega, con sus imponentes muros y torres de vigilancia que parecen contar historias de batallas y vigilias nocturnas.
Los visitantes pueden recorrer el recinto amurallado y adentrarse en las diferentes salas del castillo, donde se exponen elementos que muestran la evolución de su arquitectura y su importancia a lo largo de los siglos. Desde las alturas de sus murallas, la vista es impresionante: se extiende por toda la ría de A Coruña, ofreciendo una perspectiva única de la costa gallega y de la ciudad al fondo.
Además de conocer la historia del castillo, el CEIDA organiza exposiciones temporales, talleres y actividades enfocadas en la educación ambiental. Estas actividades son una excelente oportunidad para aprender sobre la biodiversidad gallega y los desafíos ambientales actuales.
El castillo y su entorno también se prestan para paseos tranquilos por sus jardines y para la observación de flora y fauna local. Durante la primavera y el verano, el castillo y sus alrededores se llenan de verde y de vida, creando un ambiente perfecto para la relajación y la conexión con la naturaleza.
El acceso a la isla y al castillo es gratuito, lo que convierte a este destino en una opción accesible para familias, grupos de amigos y cualquiera que desee disfrutar de un día diferente en un entorno histórico y natural.
Además, para quienes buscan un poco más de aventura, los alrededores de Oleiros cuentan con rutas de senderismo y caminos costeros que permiten explorar otros puntos de interés de la ría. Desde estas rutas se pueden obtener distintas vistas del castillo, creando una experiencia visual completa desde distintos ángulos.
Aunque el Castillo de Santa Cruz se puede visitar durante todo el año, la mejor época para disfrutar al máximo de su belleza y de su entorno natural es entre la primavera y el verano. Durante estos meses, el clima es más cálido y agradable, ideal para pasear por la isla y recorrer el castillo sin prisas. Además, las actividades organizadas por el CEIDA suelen aumentar en estos períodos, ofreciendo una programación variada que incluye exposiciones, charlas y talleres. La vegetación de la isla y sus alrededores está en pleno esplendor, lo que añade un toque especial a la visita.
Imágenes | Centro de Extensión Universitaria y Divulgación Ambiental de Galicia / Concello de Oleiros
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