Una isla de cocina catalana en mitad del (súper guiri) barrio Gótico de Barcelona: así es La Palma de Bellafila

En un territorio abonado a las franquicias y a la colonización turística, un restaurante se atreve con una apertura que habla de localismos

Palma Bellafila Barcelona Gotico
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Cara y cruz. Asumir que el turismo tiene su parte buena y su parte mala es evidente, más aún en una ciudad como Barcelona, donde una importante parte de su casco histórico se ha convertido en una suerte de parque temático. Guste o no, es el signo de los tiempos, plasmado especialmente en el barrio Gótico, enclaustrado entre la Rambla y la Vía Laietana.

Miles de turistas, de acentos y decenas de comercios que van de los mismos souvenirs que encontraríamos en cualquier otro rincón del mundo, franquicias de comida rápida y la proliferación de tiendas que venden CBD se multiplican en unas calles que han convertido la parte más antigua de la ciudad en un Disneyland donde lo local, ya sean sus habitantes o sus comercios, brillan por su ausencia.

Por suerte, hay algunos establecimientos que no solo resisten, como sucede con Los Caracoles o El Xampanyet, así como el Bar La Plata, sino que se atreven a fortalecer su presencia y, además, abrir nuevos locales. Uno de los clásicos del barrio Gótico es la bodega La Palma, otro establecimiento que ronda los 100 años de vida y que se ha hecho fuerte en la zona con sus tapas, sus vinos de autor y su esencia clásica.

Propuesta que ahora, además, se multiplica con el advenimiento de un rayo de luz para el Gòtic: La Palma de Bellafila. Aprovechando el traspaso de otro local, los responsables de La Palma han decidido ir más allá y montar una suerte de bistró o casa de comidas donde el sello de identidad es la cocina catalana más auténtica.

Diseñada por el chef Jordi Parramon, la carta de La Palma de Bellafila es uno de esos ejemplos de acción-reacción. Tras ostentar un florón Michelin hasta el año 2000 en la ciudad de Vic, Parramon permaneció vinculado a la cocina hasta el año 2012, año en que se desentendió del sector.

Ahora ha acudido a la llamada de Albert Rial y Judith Giménez, los responsables de la Bodega La Palma, y la premisa es clara: cocina barcelonesa asequible y, sobre todo, no enfocada a tentar a turistas de ida y vuelta. Eso no quita que el carácter de esta casa de comidas no sea hogareño. O que no se admita a todo el mundo, pero no busca replicar formatos que solo intenten complacer al visitante y dejen de lado al cliente barcelonés que aún habita en el barrio.

La Palma De Bellafila

También esa propuesta de autenticidad sirve para que un viajero con inquietudes de comprobar la gastronomía barcelonesa y catalana se pueda empapar, sobreviviendo a calles donde pululan camisetas de dudosa manufactura y aún peores eslóganes y a comercios donde los vapeadores impregnan el ambiente.

Sardinas Marinadas Con Uvas Sardinas marinadas con uvas.

La Palma de Bellafila es territorio de recetas mar y montaña. También de sencillez y producto, y de fondos que rehúyen de la excesiva contundencia. Una intención que persigue Parramon como asesor y donde Andrés Ortiz, que actúa como chef, ejecuta, aunque Parramon está presente en la mayor parte de los servicios de La Palma de Bellafila.

Pichon Con Aceitunas Pichón con aceitunas

"No queremos tampoco que sea una cocina muy pesada", explica. Fondos limpios, como el del caldo de pescado que acompaña a las patatas con suc o como el que secunda al cordero con acelgas a la mostaza dan fe de ello.

Calamar Relleno Calamar relleno.

Estos testimonios, barceloneses y catalanes, que se multiplican con elaboraciones como el calamar relleno, una referencia de la cocina del mar y montaña que, en este caso, lleva como farsa al propio calamar o las albóndigas con almejas, otro plato fundamental.

En ese ten con ten de sutilezas, la carta se mantiene asumible y permite también recorrer clásicos como el fricandó o las setas de temporada, en tortilla, apostando también por una sección dulce que irradia tipicidad como el pijama (el mítico flan con nata), los higos confitados o la pera en almíbar, con los que reconciliarse, además, en un restaurante donde se mima al vino y donde abundan referencias de pequeños productores catalanes para reforzar ese compromiso.

La Palma de Bellafila

  • La Palma de Bellafila
  • Dónde: Carrer de Bellafila, 5, Ciutat Vella, 08002 Barcelona.
  • Precio medio: 45 euros.
  • Horarios: de 13:00h a 16:00h y de 19:00h a 23:00h. Cierra domingos.
  • Reservas: 934 12 65 52

Imágenes | Pica Pica Agencia Creativa

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