Asturias es una de las joyas del norte de España, atrayendo cada año a miles de visitantes maravillados por su naturaleza exuberante, su cultura única y su rica gastronomía. Pero, sobre todo, por su diversidad paisajística: montañas imponentes, costas escarpadas y valles verdes que parecen sacados de un cuento.
Entre sus pueblos más populares se encuentran Cudillero, un encantador rincón pesquero donde las casas de colores trepan por la colina; Lastres, con su aire marinero y sus vistas panorámicas; y Taramundi, conocido por su tradición artesana y su entorno rural.
Sin embargo, entre tantos destinos destacados, hay pequeños lugares que permanecen al margen del turismo masivo, pero que esconden una belleza única. Uno de ellos es Pola de Somiedo, un destino que merece ser descubierto.
Pola de Somiedo es la capital del Parque Natural de Somiedo, un paraíso para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad. Este pequeño municipio se encuentra a unos 75 kilómetros al suroeste de Oviedo, inmerso en un paisaje de montañas, bosques y lagos glaciares.
Desde Oviedo, se llega en coche tomando la A-66 en dirección sur, desviándose hacia la AS-227 a la altura de la localidad de La Espina. Desde Gijón, el trayecto sigue un recorrido similar, aunque añade unos 20 minutos más al viaje. El camino es ya un anticipo del encanto que espera, con carreteras serpenteantes que cruzan verdes praderas y ofrecen vistas espectaculares de la cordillera Cantábrica.
En Pola de Somiedo, el visitante encuentra una mezcla perfecta entre naturaleza y tradición. Es el punto de partida ideal para explorar el Parque Natural de Somiedo, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, hogar de osos pardos y una rica biodiversidad.
Los senderos bien señalizados conducen a parajes impresionantes como los lagos de Saliencia y el lago del Valle, destinos imprescindibles para los excursionistas. En el propio pueblo, se puede visitar el Centro de Interpretación del Parque, donde se aprende sobre la historia y la ecología de la zona, así como sobre las brañas, antiguos asentamientos ganaderos con las tradicionales cabañas de teito.
Además de caminar, Pola de Somiedo es un lugar donde desconectar del estrés urbano. Sus pequeñas calles, sus casas de piedra y su ambiente tranquilo invitan a pasear y disfrutar de la vida sencilla. También es un excelente lugar para degustar algunos platos locales como las perdices con castañas o el pitu de caleya con arbeyos.
En cuanto a la mejor época para visitarlo, el otoño transforma los bosques en un espectáculo de colores cálidos, mientras que la primavera llena los valles de flores. Pola de Somiedo, aún fuera de las rutas más transitadas, es un destino que captura la esencia de Asturias en su estado más puro.
Imágenes | Turismo Somiedo / Somiedo Turismo
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