Cuando se piensa en Andalucía, es fácil que vengan a la mente imágenes de playas doradas, flamenco apasionado y la imponente Alhambra. Sin embargo, en el corazón de esta región española, se esconde un tesoro menos conocido pero igualmente fascinante: la provincia de Jaén.
A menudo eclipsada por destinos más famosos como Sevilla o Granada, Jaén es un destino que merece ser descubierto en cualquier época del año, pero que adquiere un encanto especial cuando el otoño tiñe de ocre sus vastos olivares.
Para los amantes de la gastronomía, la arquitectura y la historia, Jaén se revela como un destino ideal. Sus pueblos blancos, sus castillos medievales y sus impresionantes catedrales cuentan historias de un pasado rico y diverso. Pero es quizás en su cocina donde Jaén brilla con luz propia, ofreciendo una experiencia culinaria que fusiona tradición e innovación, con el aceite de oliva virgen extra como protagonista indiscutible.
En este contexto, emerge Baeza como una joya que combina a la perfección todos estos atractivos. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto con su vecina Úbeda, Baeza es un testimonio vivo de la importancia histórica y cultural de la región. Sus calles empedradas, plazas renacentistas y edificios monumentales invitan a un viaje en el tiempo, mientras que su oferta gastronómica, coronada por un restaurante con estrella Michelin, promete deleitar hasta al paladar más exigente.
Baeza es una ciudad que respira historia por cada poro. Un simple paseo por su casco antiguo es suficiente para transportarnos a épocas pasadas. La Plaza de Santa María, corazón de la ciudad, es el punto de partida perfecto para nuestra exploración. Aquí, la Catedral de la Natividad de Nuestra Señora se alza majestuosa, fusionando estilos románico, gótico y renacentista en una armoniosa sinfonía arquitectónica.
A pocos pasos, la Universidad de Baeza, fundada en el siglo XVI, nos recuerda la importancia de la ciudad como centro de conocimiento. Es imposible no evocar la figura de Antonio Machado, quien fue profesor en estas aulas y cuya estatua contemplativa adorna uno de los patios. La Fuente de Santa María, con sus cuatro caños que representan los ríos del Paraíso, es otro punto imprescindible, así como el Palacio de Jabalquinto, ejemplo sublime del gótico isabelino.
Pero Baeza no solo alimenta el espíritu con su belleza arquitectónica; también sabe cómo deleitar el paladar. En este aspecto, el restaurante Vandelvira se erige como un faro gastronómico. Galardonado con una estrella Michelin, este establecimiento, ubicado en el corazón del casco histórico, ofrece una experiencia culinaria que fusiona la tradición local con técnicas vanguardistas.
El chef Juan Carlos García, al frente del restaurante, ha sabido elevar la cocina jienense a nuevas alturas. Su menú degustación es un viaje sensorial por los sabores de la región, donde el aceite de oliva virgen extra juega un papel protagonista.
Hablar de Baeza y no mencionar el aceite de oliva sería una omisión imperdonable. La ciudad se encuentra en el corazón de un mar de olivos que se extiende hasta donde alcanza la vista. Jaén es, de hecho, la mayor productora mundial de aceite de oliva, y la calidad de su "oro líquido" es reconocida internacionalmente.
Los visitantes tienen la oportunidad única de sumergirse en la cultura del olivo. Numerosas almazaras en los alrededores de Baeza ofrecen visitas guiadas donde se puede aprender sobre el proceso de elaboración del aceite y, por supuesto, degustar diferentes variedades. Llevarse una botella de aceite de oliva virgen extra como souvenir no es solo un recuerdo, sino una forma de llevarse un pedazo de la esencia de esta tierra.
Aunque Baeza merece varios días de exploración, su ubicación privilegiada la convierte en un excelente punto de partida para descubrir otros tesoros de la provincia. A escasos kilómetros se encuentra Úbeda, su ciudad hermana en la declaración de Patrimonio de la Humanidad, igualmente rica en arquitectura renacentista y con una oferta cultural envidiable.
Para los amantes de la naturaleza, el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas ofrece paisajes de ensueño y rutas de senderismo para todos los niveles. En otoño, los bosques de este parque se visten de colores cálidos, creando un espectáculo visual inolvidable.
Si bien Baeza es un destino atractivo durante todo el año, el otoño añade un encanto especial a la experiencia. Las temperaturas más suaves invitan a largos paseos por sus calles históricas, y la luz dorada del atardecer baña los edificios renacentistas creando estampas de postal. Además, es la época de la recogida de la aceituna, lo que ofrece la oportunidad de presenciar y incluso participar en esta tradición milenaria.
Los eventos culturales también abundan en esta época. El Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, que se celebra en diciembre, es una cita ineludible para los amantes de la música clásica, con conciertos en escenarios históricos de ambas ciudades.
Imágenes | Restaurante Vandelvira / Spain.info / Turismo Baeza