Es el pueblo más dulce de Madrid gracias a sus palmeritas y lo querrás visitar justo antes de Navidad

En el sureste de la Comunidad de Madrid, muy cerca de Chinchón, se encuentra el municipio de Morata de Tajuña, con una capital cargada de historia y un interesante patrimonio cultural que acoge además atractivas rutas en pleno entorno natural de la Comarca del Sureste. Pero lo que ha dado fama a este pueblo es un pequeño dulce que supo adelantarse a modas y que hoy es todo un símbolo local.

Son más de 60.000 kilos de palmeritas las que se elaboran al año en los distintos obradores y pastelerías de Morata de Tajuña, unas cifras desbordantes para una localidad con menos de 8.000 habitantes, pero que bien le han hecho merecedora del sobrenombre de 'pueblo más dulce de Madrid'.

Antes de que la palmerita con coberturas fantasiosas y diversos sabores se pusiera de moda en la capital, desbancando en su día a los famosos manolitos y sus imitadores, las calles de Morata ya olían a dulce hojaldre, azúcar caramelizado y chocolate. Siete son los hornos artesanales que mantienen viva esta golosa y reciente tradición: De La Torre, Paco-Pan, La Dulcería, La Real, la Panificadora Morateña, Conejo y El Carmen.

Hoy son muchos los visitantes que aprovechan el fin de semana o algún festivo para acercarse a Morata de Tajuña, que gracias a su dulce souvenir se ha ganado un hueco entre el catálogo de pueblos más populares de la Región a los que hacer una escapada, compitiendo con destinos históricos como el mencionado Chinchón o tantos que salpican la sierra en la zona norte de Madrid.

Por haberse convertido en un icono local, motor económico y revitalizador del pueblo, Morata de Tajuña celebra desde hace unos años la Feria de la Palmerita, cuya próxima edición ya tiene fechas marcadas en el calendario festivo. Y no podían haberse elegido mejor, para competir con el turrón.

Los próximos días 16 y 17 de diciembre, justo antes de las fiestas navideñas, la localidad se engalanará para celebrar la IV Feria de la Palmerita de Morata con el epicentro estratégico en la Plaza Mayor. Allí, las siete pastelerías tendrán abiertos sus stands donde ofrecerán degustaciones y venta de sus palmeritas, y podrán dar a conocer sus novedades o las particularidades de cada producto, pues cada horno tiene su receta particular.

La Feria se completará con diferentes actividades, como actuaciones musicales y culturales en vivo, juegos para niños, degustaciones de otros productos y platos típicos, o el esperado reparto de una palmerita gigante elaborada por la pastelería De La Torre, que lleva haciéndola desde la primera edición. Además, el Ayuntamiento ha anunciado una gran sorpresa que se hará pública cuando se aproximen las fechas del evento. Que no se diga que no saben generar expectación.