Restaurante Sa Farigola en Cadaqués

Unos días antes de esta Semana Santa, en casa tuvimos la oportunidad de hacer una pequeña escapada a Cadaqués en la provincia de Girona. Pasear por sus empinadas calles, visitar la Casa Museo de Salvador Dalí, descansar en una terraza orientada al mar mientras tomaba el sol, y una cerveza muy fría, resultaron ser experiencias totalmente inspiradoras para mí.

Como esta ha sido mi primera visita al municipio, y no conozco a nadie de por allí, no tenía referencia alguna sobre los restaurante que podía visitar y me dejé aconsejar, unas veces por la intuición y otras por las valoraciones que pude encontrar en distintos foros de internet.

El primer restaurante en el que paramos fue en el Restaurante Sa Farigola y lo hicimos por pura intuición, al pasar por la puerta olía muy bien, en la pizarra de la puerta no aparecían las palabras menú turístico y echando un vistazo hacia dentro pudimos descubrir una bonita terraza interior, en la que decidimos comer.

En la carta del restaurante encontramos de todo, pero tienen un espacio muy destacado los pescados frescos y de la zona. Después de leer detenidamente la carta, decidimos decantarnos por la oferta del menú a veinte euros, que a pesar de no ser el más barato que he visto nunca, pude comprobar que la relación calidad precio, y considerando que es un sitio turístico, es aceptable.

De primero, y entre las posibilidades que nos ofrecieron, elegimos una ensalada, que aunque era muy sencilla estaba hecha con ingredientes muy frescos, y unos mejillones al vapor, realmente frescos y más que sabrosos.

En los segundos tampoco nos pusimos de acuerdo, por lo que uno de nosotros pidió carne y el otro pescado. De carne nos ofrecieron carrillada de cerdo acompañada de verduras y puré de patatas, resultó estar muy tierna y jugosa, aunque para mi gusto le faltaba algo de chispa. El pescado al horno, sin embargo, resultó la mejor de las elecciones, era fresquísimo y estaba cocinado en su punto.

En relación a los postres, pudimos tomar una crema catalana con su quemado por encima, no estaba mal, aunque me hubiese gustado probar algo un poco más casero. Sobre el vino debo decir que el Rigau Ros del Empordà que nos ofrecieron como vino de la casa, es una muy buena elección.

En conclusión, para todo aquel que pare en verano en la preciosa Cadaqués, este es un restaurante bonito y céntrico, que dispone de carta a precios razonables, acordes con los que se encuentran en la zona y en el que merece la pena pedir pescado y vino y dejar un poco de lado lo demás.