Es oír las palabras hornazo y, generalmente, el imaginario colectivo se mueva a Salamanca. No es el único, pero sí parece el más identificativo de la tradicion culinaria española.
Convertido en santo y seña de la gastronomia salmantina, al popular hornazo de Salamanca no le faltan adeptos. Sus devotos también se cuentan entre la gran cantidad de visitantes que esta capital castellano-leonesa recibe.
Seguramente, lo más curioso de su historia esté legado al conocido como Lunes de Aguas, el lunes después del Domingo de Resurrección, donde los salmantinos cruzan el río Tormes en un día de fiesta para ir al campo y degustar allí el popular hornazo.
A modo de empanada de hojaldre, el hornazo está repleto de carnes de cerdo como el chorizo, el lomo fresco o pequeños tacos de panceta, asi como trozos de huevo cocido. Lo que no tanta gente sabe es que no es el único hornazo de España.
Dulce y lejos de Salamanca, la provincia de Huelva reivindica un hueco en el mundo del hornazo español a costa de un hojaldre goloso que hace del anís y de la matalahúva sus grandes protagonista.
Todo un clásico de la dulcería onubense, muy frecuente en pastelerías y confiterías, el hornazo dulce de Huelva comparte ciertas similitudes. Aparte de ser una masa de hojaldre, tambien va relleno.
Solo que en este caso es a base de huevos, almendra molida, un pequeño toque de canela y una generosa cantidad de cabello de ángel, luego pasando todo ello al horno… aunque aún hay más.
La piscina del hotel Barceló Punta Umbría Mar. ©Manolo Yllera.
Es lo que ha sucedido en el hotel Barceló Punta Umbría Mar, situado en la costa onubense, en la localidad de Punta Umbría, que ha reversionado el clásico hornazo dulce de Huelva.
En este caso, convirtiendo este legendario postre de la cocina andaluza en un helado, partiendo de un hornazo que ellos mismos hacen y que será la base del helado que sirven en las sobremesas de su restaurante.
Imágenes | Manolo Yllera
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