En los últimos años, el turismo activo ha experimentado un auge significativo en España. Cada vez más personas optan por unas vacaciones que combinan la exploración de paisajes naturales con actividades físicas que les permitan disfrutar al máximo del entorno.
En este contexto, las vías verdes se han consolidado como una opción atractiva para quienes buscan una experiencia distinta, ya sea en familia, con amigos o en solitario. Estas rutas, adaptadas sobre antiguos trazados ferroviarios, ofrecen un recorrido seguro y accesible para ciclistas, senderistas y aficionados al aire libre de todas las edades.
Las vías verdes no solo promueven un estilo de vida saludable, sino que también permiten descubrir rincones menos conocidos del país. Han dejado de ser una novedad para convertirse en una alternativa consolidada frente al turismo tradicional.
En particular, la Vía Verde de los Ojos Negros, que se extiende entre Teruel y Valencia, ha capturado la atención de muchos viajeros. Con más de 200 kilómetros de longitud, es la travesía más larga de España y revela algunos de los paisajes más encantadores de estas dos provincias.
Así es la Vía Verde de los Ojos Negros
La Vía Verde de los Ojos Negros se extiende a lo largo de 204 kilómetros, desde la localidad de Santa Eulalia del Campo en Teruel, hasta el puerto de Sagunto en Valencia. Este largo recorrido se divide en dos tramos principales: el primero, de 92 kilómetros, atraviesa la comarca turolense y termina en la localidad de Barracas; el segundo tramo, de 112 kilómetros, continúa desde Barracas hasta el litoral valenciano. El trazado aprovecha el antiguo recorrido ferroviario que servía para transportar el mineral de hierro desde las minas de Ojos Negros hasta el puerto de Sagunto.
El origen de esta vía verde se remonta a principios del siglo XX, cuando se construyó el ferrocarril para facilitar el transporte del mineral extraído de las minas.
Sin embargo, con el cierre de la línea ferroviaria en los años 70, el trazado quedó en desuso hasta que, décadas después, se decidió reconvertirlo en una vía verde. Esta iniciativa no solo ha permitido recuperar un patrimonio industrial, sino también ofrecer una opción de ocio sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
La Vía Verde de los Ojos Negros se puede recorrer en varias etapas, adaptándose así a las necesidades y capacidades de cada viajero. A continuación, se describen algunas de las etapas más destacadas:
- Santa Eulalia del Campo - Cella (22 km): Este primer tramo transcurre por un paisaje agrícola y ofrece vistas panorámicas de la Sierra de Albarracín. Es una etapa sencilla, ideal para quienes se inician en el cicloturismo o el senderismo.
- Cella - Teruel (24 km): En esta etapa, el recorrido nos lleva a la ciudad de Teruel, famosa por su arquitectura mudéjar y su rico patrimonio histórico. Es una oportunidad perfecta para combinar naturaleza y cultura.
- Teruel - Barracas (46 km): Este tramo es uno de los más largos y exigentes, pero también uno de los más gratificantes. Atraviesa paisajes de gran belleza natural y permite descubrir pueblos pintorescos como La Puebla de Valverde.
- Barracas - Caudiel (38 km): Ya en la provincia de Valencia, el paisaje cambia y se vuelve más mediterráneo. Esta etapa es conocida por sus viaductos y túneles, que añaden un toque de aventura al recorrido.
- Caudiel - Sagunto (74 km): La etapa final lleva hasta el mar, atravesando huertas y pueblos llenos de encanto. La llegada al puerto de Sagunto ofrece una recompensa espectacular con vistas al Mediterráneo.
La Vía Verde de los Ojos Negros está diseñada para ser accesible a todo tipo de público. Sus suaves pendientes y el buen estado del firme la hacen ideal para familias con niños, ciclistas amateurs, senderistas y personas mayores. Además, a lo largo del recorrido se encuentran numerosas áreas de descanso, fuentes y miradores que facilitan la travesía y la convierten en una experiencia cómoda y placentera.
Recomendaciones y Consejos
Para disfrutar al máximo de la Vía Verde de los Ojos Negros, es recomendable planificar bien el viaje y llevar todo lo necesario. Es esencial contar con un buen mapa o GPS, especialmente si se planea hacer el recorrido en varias etapas. También es importante llevar suficiente agua y algo de comida, ya que algunos tramos pueden ser largos y con pocos servicios disponibles. Además, se aconseja revisar el estado de las bicicletas antes de iniciar el viaje y llevar un kit básico de reparación.
Imágenes | Víasverdes.com