El tocino de cielo es una de esas joyas que tiene la repostería tradicional española. La receta que os enseño es la que aprendí en la Escuela de Hostelería, por lo que viene con sello de garantía de autenticidad y éxito. Perfecta para una tarde de otoño o invierno, cuando tenemos algo más de tiempo que dedicar a la cocina y aprovechar la yema de huevo como hacemos con el quindim.
Es una receta que ya hemos preparado con Thermomix, pero nos faltaba la versión tradicional de tocino de cielo. La acompañamos de vídeo, para que veáis que es relativamente fácil de hacer en casa. Si os queréis ahorrar algo de trabajo podéis usar caramelo líquido del supermercado listo para usar.
Separamos 100 gramos del azúcar para hacer el caramelo y reservamos el resto para el tocino de cielo en sí. Calentamos el azúcar del caramelo en un cacito a fuego suave, sin remover.
Cuando se haya caramelizado y adquirido un tono ligeramente dorado, apagamos el fuego y añadimos un par de cucharadas de agua. Nos alejamos del cacito por si salpica, para no quemarnos. Removemos bien, con mucho cuidado, hasta incorporar. Repartimos el caramelo en ocho flaneras individuales (las nuestras de 7 cm) y reservamos.
A continuación calentamos el agua y el azúcar restante (430 gramos). Cocemos a fuego suave durante unos 15 minutos. Tenemos que conseguir un almíbar espeso que, al levantar la cuchara, caiga lentamente en forma de hebra. Retiramos del fuego y dejamos atemperar cinco minutos.
Mientras tanto, en un recipiente hondo batimos manualmente los huevos enteros junto con las yemas (todos ellos habrán de estar a temperatura ambiente). Añadimos el almíbar lentamente, en forma de hilo, sin dejar de remover con las varillas.
Rellenamos los moldes con la mezcla y los colocamos en el interior de una fuente honda apta para horno, que llenamos de agua hasta la mitad. Cocemos al baño maría en el horno, pre-calentado a 180ºC con calor arriba y abajo, durante unos 30-35 minutos.
Una vez listo nuestro tocino de cielo, retiramos la fuente del horno y dejamos atemperar a temperatura ambiente antes de guardar en la nevera. Enfriamos completamente (durante unas horas) antes de desmoldar y servir.
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Con qué acompañar el tocino de cielo
El tocino de cielo es un dulce contundente que es mejor comer en pequeña cantidad y por sí solo. Es tan delicioso que no necesita nada más que de buena compañía. Aunque si quieres contrastar sabores, sírvelo con un café a la hora de la sobremesa. Perfecto para poner el broche de oro a la comida con este dulce de convento que podemos complementar con la tarta de Santiago.
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