Hoy venimos dándolo todo con un recetón que es perfecto para quienes contáis con poco tiempo para la cocina, pero no queréis renunciar a disfrutar de un Roscón de Reyes casero. No vais a encontrar receta más rápida y fácil que esta. La masa se prepara en un pispás y, después de un solo levado, está lista para entrar en el horno.
Si encontráis un sitio calentito en vuestra cocina (o en cualquier otro sitio de casa) el tiempo de reposo puede ser tan corto como una hora. A las masas les sientan de fábula los 24-26ºC cuando de fermentar se trata. Mientras tanto podéis descansar, preparar el chocolate con que acompañarlo o salir a dar un paseo. Una recomendación: comedlo recién hecho, ligeramente caliente. Veréis qué cosa más rica.
Introducimos la harina en un recipiente amplio y hacemos un hueco en el centro. Añadimos el azúcar, la levadura disuelta en el agua templada, el ron, la leche, la ralladura de naranja, el agua de azahar y la mantequilla. Removemos.
Añadimos uno de los huevos, una pizca de sal y mezclamos. Cuando no podamos manejar más la masa, la pasamos a la mesa y amasamos durante unos minutos. Es una masa ligeramente pegajosa, pero se vuelve sedosa y elástica durante el amasado. No hace falta añadir más harina.
Boleamos la masa, abrimos un agujero en el centro y la hacemos rodar para que se abra y adquiera forma de roscón. Lo colocamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, cubrimos con un trapo limpio, y dejamos levar en un sitio cálido durante, al menos, una hora.
Cuando el roscón doblado su volumen, batimos el huevo y pincelamos la superficie. Decoramos con fruta escarchada, almendra laminada y azúcar perlado o como más os guste. Cocemos en el horno, precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo, durante 15-20 minutos o hasta que la superficie esté dorada. Atemperamos ligeramente antes de servir.
Con qué acompañar el Roscón de Reyes de un solo levado
¿Cuál es el mejor compañero de un trozo de Roscón de Reyes? Para muchos será una taza de chocolate caliente, para otros un café con leche, una infusión o un simple vaso de leche. Lo acompañéis de lo que lo acompañéis, disfrutad mucho de este dulce tan nuestro y tan genuino.
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