Desde pequeños hemos disfrutado de las palomitas de maíz, mientras veíamos la tele o una película en el cine.
Si estudiáramos un poco su historia, sabríamos que los indios americanos ya las comían cuando Cristóbal Colón descubrió América, aunque se cree que formaban parte de su dieta varios siglos antes.
No son aptas todas las variedades de este cereal, es necesario que el grano tenga al menos un 12% de agua.
Para conseguir las palomitas, los indios desarrollaron tres métodos. El primero era tostando granos en una estaca colocada sobre el fuego, en el segundo procedimiento arrojaban los granos directamente sobre las brasas y los que saltaban fuera del fuego, eran los que se comían. Y por último, el más sofisticado: calentaban arena en el interior de una cazuela plana de arcilla y cuando alcanzaba suficiente temperatura enterraban allí los granos, de manera que cuando reventaban, saltaban a la superfície.
Menos mal que hoy en día no tenemos que recurrir a ese tipo de métodos, las palomitas de maíz hechas en el microondas, son la manera más rápida y cómoda de disfrutar de ellas.
