El otro día en mi pescadería habitual tenían de oferta unas melvas. Eran unas piezas que debían rondar el kilo y tenían muy buena pinta, así que decidí comprar algunas para hacerlas en escabeche.
Para aquel que no la conozca, la Melva (Auxis rochei o Auxis thazard) es un túnido bastante común en el atlántico andaluz. Se consume de diversas formas aunque la mayoría de ellas van a parar a las conservas de aceite.
Es un producto muy apreciado que incluso tiene su propia denominación de calidad, "Melva de Andalucia", expedida por la Consejería de Agricultura y Pesca de la comunidad andaluza.
Los ingredientes
1 melva de 1 Kg., 1 vaso de aceite, 1/2 vaso de vinagre de vino blanco, 1 cabeza de ajos, unos granos de pimienta, 1 hoja de laurel y sal.
La preparación
Descabezamos y cortamos la melva por la mitad. Sacamos la espina dorsal y limpiamos de espinas los lomos y la ventresca. En total nos quedarán cuatro trozos que cortaremos por la mitad. Ya son ocho trozos, más o menos como los de la foto. Deben quedar bien limpios, sin piel, libres de espinas y desangrados. Los salamos y dejamos reposar.
Mientras ponemos en una cazuela el aceite (AOVE), el vinagre, los ajos sin pelar y los granos de pimienta. Llevamos a ebullición y los dejamos unos 10 minutos. Introducimos el pescado y la hoja de laurel. Pasados unos minutos ya podemos apagar el fuego y servir. No debe cocerse mucho para que quede jugoso.
La degustación
En esta ocasión lo hemos comido caliente y con una ensalada de canónigos. Sin embargo, es un plato que bien podemos comer frío. Aguantará perfectamente en nuestra nevera. Recuerden que el escabeche es uno de los sistemas de conservación más utilizados en nuestra cultura.
Y para beber, esta vez cayó un tinto, un Abadía Retuerta Selección Especial 2004, aunque un blanco de Rueda, fresco y vigoroso le puede sentar también muy bien.
En Directo al Paladar | Blanco Nieva Pie Franco 2006