Las batatas asadas son uno de los platos favoritos de mi madre, que asaba en el horno lentamente mientras toda la casa se llenaba de su maravilloso aroma. Como son bastante dulces, yo hago una versión salada y un poco picante, añadiendo un toque mediterráneo de hierbas, como el orégano y el tomillo. De esta manera, se convierten en un plato muy completo y delicioso, aunque también me gusta servirlas para acompañar una buena barbacoa.
Ingredientes, para 4 personas.
1 kgr. batatas, 100 cc. aceite de oliva, 3-4 cucharadas de miel, sal gruesa, 1 cucharada de tomillo y orégano, pizca de guindillas molidas. Elaboración.
Lo mejor es hacer las batatas con su piel, que quedarán doradas y crujientes en el exterior y cocidas en el interior. Para ello lo primero es lavarlas bien, para eliminar cualquier resto de tierra, cepillando si hiciera falta bajo el grifo. Si quieres también se pueden pelar y cortarlas en rodajas gruesas o en dados, pero con piel están mucho mejor.
Se colocan en una bandeja grande de horno, cubierta con papel de aluminio, o en una bandeja refractaria de cerámica. Pincha con un tenedor por todos lados, mezcla el aceite con la miel, bate hasta mezclar y cubre con esta mezcla las batatas. Añade la sal, las hierbas y una pizca de guindillas molidas, si quieres un toque picante.
Introduce en el horno precalentado a 200º y asa durante una hora o algo más, dando la vuelta a mitad de cocción, para que se doren por igual. Pincha con una brocheta en el centro para ver si están cocidas, saca del horno y sirve.
No estoy seguro si es muy ortodoxo, pero a mi me encanta comerlas con la piel y todo, que además en esta receta queda crujiente y muy sabrosa, contrastando con el sabor dulce de la pulpa interior.
A veces añado en la misma bandeja patatas nuevas medianas, también con su piel, que al asarse quedan también muy sabrosas.
Tiempo de elaboración: 10 minutos Tiempo de cocción:1 hora o algo más Dificultad: Fácil