Tengo que confesar que los polvorones y mantecados nunca me llamaron la atención cuando era niña. Nos llegaban tantos dulces y galletas a casa que no se compraban, y solo nos llegaban los de las cestas regalo, cuya calidad brilla por su ausencia. Pero ay, cuando probé unos artesano de verdad la cosa cambió. Este año he querido probar a hacer polvorones de aceite de almendra y avellana para comprobar si salen igual de ricos, y han sido un éxitazo.
La masa del polvorón se distingue por su textura granulosa, de como de “polvo”. Sin embargo, me ha sorprendido lo fácil que es conseguir polvorones sustituyendo la manteca por aceite, y os animo a probar esta versión apta también para veganos. No son ligeros, pero al menos todas sus grasas son saludables, y su sabor es excepcional. Elegid buen aceite de oliva y frutos secos de calidad para triunfar con esta receta.
Precalentar el horno a 170ºC. Mezclar en un recipiente la harina de repostería con las almendras y avellanas molidas, y extender en una bandeja de horno. Tostar durante unos 15-20 minutos, removiendo de vez en cuando y vigilando muy bien que no se queme. Podemos ajustar el nivel de tostado al gusto.
Dejar enfriar fuera del horno unos minutos y llevar a un cuenco amplio. Agregar la sal, la canela al gusto y el azúcar glasé. Mezclar con unas varillas para quitar los grumos y echar semillas de sésamo, si las usamos. Añadir 100 ml de aceite y empezar a mezclar. Probablemente necesitemos unos 15-25 ml más.
Hay que pillarle el punto a la masa, es lo más complicado de la receta. Una vez las harinas han cogido el aceite, lo mejor es trabajar con las manos. La masa debe tener textura desmigada, húmeda pero que se desmorona si la removemos con los dedos. Es parecido a hacer una masa quebrada, buscamos que al apretarla se quede compacta.
Formar una bola o bloque sobre una superficie limpia y estirar con un rodillo, apretando bien para que no salgan grietas. Dejar un grosor de 1 cm y cortar los polvorones con un cortador de galletas o un vaso. Retirar los excesos de masa y trasladar con una espátula fina cada uno a una bandeja de hornear cubierta con papel sulfurizado.
Continuar hasta terminar con la masa y hornear durante unos 15 minutos, mejor si le damos la vuelta a la bandeja a mitad de la cocción. Dejar enfriar un poco y trasladar con mucho cuidado a una rejilla para que se enfríen por completo. Se puede llevar directamente el papel a la rejilla para evitar desastres. Espolvorear con abundante azúcar glasé antes de servir.
Con qué acompañar los polvorones de aceite
¿Hay que decir cómo degustar un polvorón? Seguro que cada uno tiene sus ritos en casa. Podéis envolverlos individualmente en papel de seda para conservarlos mejor y para hacer regalos, aunque siempre con cuidado. Los podéis estrujar o disfrutar de esa textura tan característica que se deshace. Hacen una gran pareja con casi cualquier cosa; tés e infusiones, café de sobremesa, licor dulce, Glühwein calentito o, ya puestos, chocolate a la taza.
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