Pasearse por el centro de cualquier ciudad ya no es lo que era, y cada vez es una experiencia realmente menos estimulante al haber conseguido el capitalismo que las grandes ciudades sean fotocopias sin encanto unas de las otras.
Son sobre todo responsables de este fenómeno las tiendas, ya que las mismas enseñas se encuentran en un lugar y otro repetidamente a golpe de franquicia, empresas que suelen estar distribuidas por todas las ciudades sin más.
En el caso de Barcelona, el tiktoker Helio Roque se ha propuesto coleccionar qué cadenas de cafeterías han arruinado, según su punto de vista, el centro de la ciudad y son poco más que una traición al encanto original de esta.
El tiktoker realiza un ranking de cafeterías en el que señala los peores ejemplos. En último lugar sitúa Iaia’Nita, que considera “el peor de todos” porque ha traicionado su confianza al tener la imagen de una cafetería de abuela y “ser en realidad una cadena”.
En quinto puesto coloca Vivari, que califica como “un cuadro y hortera”. A pesar de que los cruasanes son buenos, opina que “la experiencia en estos locales sigue siendo truculenta”. El cuarto lugar es para 365, que va “de estética cuidada y luxurious, pero es un sitio cutre como todos los de esta lista”. Aunque admite que el lugar es bonito, subraya que sigue siendo una cadena y no refleja autenticidad.
@helioroque_ ig helioroque_ // stop cafeterias cutres! #barcelona #bcn #coffeeshop
♬ sonido original - Helio Roque
Granier ocupa el tercer puesto con una crítica mixta: “Tiene algunas cosas ricas que valen para una emergencia, pero sigue siendo regulero”. El segundo puesto es para Santagloria, que según el influencer no está tan mal, aunque lamenta que “los precios están muy subidos desde siempre”. En sus palabras, “es cute, pero poco más”.
Finalmente, el podio lo lidera El Fornet, una cadena que, aunque le parece aceptable, sigue reflejando la invasión de estas cafeterías en la ciudad. “En Madrid incluso lo han traducido como El Horno”, lamenta por esta traducción que ya pierde todo el encanto de la proximidad.Foto | Huy Phan