El pasado lunes 14 de marzo arrancó el paro convocado por la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías motivado por el alto precio de los carburantes. La paralización de la actividad por parte de camioneros en toda España y el bloqueo de las carreteras ha llevado a la industria láctea a suspender momentáneamente su actividad a partir de hoy, y otros sectores denuncian problemas de abastecimiento de productos y materias primas.
La Federación de Industrias Lácteas avisó ayer mediante un comunicado que se ve "abocada a suspender su actividad transformadora" debido a que las fábricas no reciben los insumos necesarios para el procesamiento de la leche, y tampoco pueden garantizar su posterior distribución comercial.
También diversas asociaciones agrarias y ganaderas han mostrado su preocupación por la situación prolongada de este paro y sus consecuencias, el cual o no se esperaba que fuera a tener un gran seguimiento por parte de los transportistas, pero que en las últimas jornadas incluso está dejando algunos episodios de violencia.
También la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha denunciado los problemas que se están registrando en diversos puntos del país debido a los bloqueos en puntos estratégicos de las carreteras, dificultando el funcionamiento normal de la cadena alimentaria, y que pone en peligro el abastecimiento de los comercios de diversos alimentos, un problema que se suma a la situación derivada de la guerra de Rusia y Ucrania.
Preocupa, sobre todo, el suministro de las materias primas y productos más delicados y perecederos, como son alimentos frescos agrarios o la propia leche, que se estropean muy rápidamente si no se mantiene correctamente la cadena logística de recolección, procesamiento, almacenaje y distribución. Mercamadrid, la mayor plataforma de distribución alimentaria del país, está registrando una disminución de la mercancía habitual.
Fenil reclama que se garantice el derecho a la movilidad y seguridad de los camioneros que no secunden el paro, que sufren "el desamparo y la impotencia ante la actuación de los mal llamados piquetes informativos que han bloqueado su actividad". También las industrias de la alimentación animal y de la ganadería denuncian la gravedad de la situación a la que se enfrentan, especialmente por "no haberse establecido servicios mínimos que aseguren la continuidad, al menos parcial, de servicios legalmente esenciales".
Ante esta situación, la FIAB solicita al Gobierno "la coordinación entre los Ministerios de Agricultura, Interior y Transportes para alcanzar una solución urgente para evitar el desabastecimiento y la consecuente paralización de la actividad".
Según recoge la agencia EFE, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha reconocido que esta llamada huelga del transporte está provocando "alguna disrupción puntual" en la cadena alimentaria, pero llama a la serenidad y asegura que el abastecimiento normal está asegurado. Por su parte, la ministra de Transportes Raquel Sánchez, ha afirmado que el Ejecutivo "asegurará que los camioneros que quieran trabajar puedan hacerlo".
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