La cadena de supermercados Mercadona presentó ayer su balance de resultados de 2020. La compañía incrementó sus ventas un 5,5%, hasta los 26.932 millones de euros, y obtuvo un beneficio neto de 727 millones de euros, un 17% más.
Pero su presidente, Juan Roig, como es habitual, se ha abierto a la autocrítica. Si hace unos años no le importó confirmar delante de la prensa que su página web “es una mierda” –algo que ha cambiado mucho en los últimos tiempos– esta vez ha reconocido que muchos de sus productos no son lo suficientemente buenos.
“En nuestros productos Hacendado nos falta más calidad”, ha asegurado Roig. “Muchos productos no tienen la calidad que el cliente requiere. Lo estamos arreglando y en los próximos dos años lo van a percibir”.
Ante las preguntas de los periodistas, el presidente de Mercadona aseguró que su guerra ya no es bajar los precios, sino “tener una gran calidad al mejor precio posible”, pues, asegura, la competencia ha mejorado mucho en este aspecto: “Hay algunos que tienen una visión mucho más clara de la calidad. Los regionales se adaptan mejor a las necesidades de los clientes. Las multinacionales tienen una gran cartera de proveedores en todo el mundo. Y los pequeños tratan mejor los productos frescos que nosotros”.
Mercadona, penalizada en los frescos
Los supermercados nunca se han caracterizado por tener verduras, carnes o pescados especialmente buenos, pero los datos confirman que Mercadona tiene por ese lado una de sus mayores enemigos. Según los datos de la consultora Kantar, en los últimos meses la compañía ha perdido el 1,2% de cuota de productos frescos y 55 millones de ocasiones de compra.
Mercadona también se plantea mejorar algunos de sus productos de marca blanca, como el gazpacho, uno de los más criticados. Tal como explica Juan Carlos Téllez en Food Retail, Roig es consciente de que el campo del gazpacho está dominado por las marcas de distribución, cuya calidad hace que incluso los andaluces se planteen comprarlo hecho en vez de hacerlo en casa.
Desde hace ya unos años, Roig tiene claro que los supermercados deben competir también con la hostelería, un sector al que se ha arrebatado una gran cuota de mercado durante la pandemia, que se quiere mantener. En un futuro, asegura el presidente, “no habrá cocinas en casa y Mercadona se convertirá en Mercaurante”.
En esta línea van muchas de las últimas novedades de la cadena, como la sección Listo para Comer, el jamón al corte o el zumo de naranja recién exprimido, que sufrieron un parón debido a las restricciones obligadas por la pandemia, pero se están restableciendo progresivamente en todas las tiendas.
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