Se avecinan, jornadas llenas de humedad y altísimas temperaturas que nos van a hacer estar agobiados. Pasarlo mal no es una opción, al menos no una intención.
Contra este sufrimiento hay una gran selección de bebidas que prometen refrescarnos y hacernos estar bien con nosotros mismos.
Una de ellas es la cerveza con limón. No obstante, esta bebida puede esconder algunos detalles que el consumidor general desconoce, y que sería bueno que tuviera presente, al menos, para ser consciente de sus extremos
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado de las carencias y estrategias que usan algunos fabricantes en este tipo de combinados.
Según ha avisado la OCU, alunas marcas comerciales tienen una gran carencia de contenido de fruta real, y el limón está presente en forma de azúcares añadidos que aumentan el aporte calórico de este tipo de bebidas.
Por ejemplo, la organización asegura que las cervezas Shandy comercializadas por Cruzcampo o Mahou pueden ser muy refrescantes, pero su sabor a limón no es exactamente real, sino que procede de aromas artificiales.
Limón poco
Igualmente, las cervezas Radler como Damm Lemon, Saerbrau y Ambar, incorporan esta fruta en su elaboración, pero de nuevo, lo hacen en cantidades muy reducidas que no sobrepasan el 5 % del contenido en fruta.
La organización de consumidores sugiere, por este motivo, a todos los consumidores que sopesen prepararse su propia cerveza con limón en casa: con solo mezclar cerveza convencional con alcohol y zumo de limón natural.
Esta medida permite gozar de una cerveza con un sabor totalmente genuino y quitarse de encima las cantidades de azúcar y calorías innecesarias que se agregan a través de este método.
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