El pulled pork es una elaboración típica estadounidense –popular también, con diferentes nombres, en todo América Latina–, cada vez más habitual en los restaurantes de comida rápida.
Esta carne de cerdo deshilachada se obtiene tras cocinar el gorrino durante mucho tiempo a baja temperatura, para que se rompan todas sus fibras. Se suele además cocinar con distintos condimentos o salsas y, además de tierna, es muy sabrosa.
La nueva hamburguesa de McDonalds usa, de hecho, el pulled pork casi a modo de salsa barbacoa, pues no hablamos como suele ser habitual de un sándwich de pulled pork, sino de una hamburguesa de ternera a la que se añade este.
Además de los dos tipos de carnes, el bocado se completa con beicon, cebolla crujiente, queso ahumado y una mayonesa también ahumada.
Aunque se puede pedir con dos hamburguesas, nosotros hemos pedido la simple. ¿Estará rica?
Hace falta más pulled pork
Lo primero que salta a la vista es que, al menos en la versión simple, el pulled pork no parece tan abundante como en las fotos promocionales. Al final, tenemos una hamburguesa relativamente convencional, con un poco de pulled pork.
El pulled pork, eso sí, está bastante bueno. El proveedor es el gigante murciano El Pozo, que lleva ya tiempo vendiendo este producto para hostelería. La carne, marinada en salsa barbacoa, está sabrosa y jugosa. Lástima que, con tan poca cantidad, se pierda un poco en el sándwich.
El resto de guarniciones están bien escogidas, pero todo queda un poco seco debido a lo rácanos que son tanto con el pulled pork como con la mayonesa.
Dicho esto, para los amantes de la novedad, es un lanzamiento interesante, que va un poco más allá de alterar el orden de los ingredientes o anunciar nuevas salsas como si fueran la octava maravilla.
Si echaran tanto pulled pork a la hamburguesa como los murcianos limón a todo, la cosa ganaría enteros.
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