La ensaladilla rusa no es la única comida que está sufriendo indirecta e injustamente las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania. El rechazo social a la guerra ha provocado reacciones inesperadas como la que están sufriendo algunos locales franceses debido a un plato típico de Canadá, la poutine. La mala fortuna ha querido que esta especialidad de Québec se llame exactamente igual que el hombre más odiado del mundo.
Putin se llama en francés Vladimir Poutine, y poutine es un plato icónico canadiense extremadamente popular en el país norteamericano, sobre todo en toda la región de Québec, pero extendido ya por todo el territorio y más allá.
La guerra y sus terribles consecuencias, que ya estamos sufriendo también a niveles económicos y de abastecimiento energético y productos como el aceite de girasol, la levantado una "rusofobia" que poco o nada tiene que ver con el apoyo a Ucrania. Atacar un plato de patatas fritas canadiense por mera coincidencia nominal suena a broma, pero está ocurriendo.
Tanto es así que La Maison de la Poutine, una conocida cadena francesa especializada en poutine, ha tenido que lanzar un comunicado oficial para aclarar que su plato no tiene nada que ver con el presidente ruso, y que muestran todo su apoyo a Ucrania y el absoluto rechazo al conflicto.
Qué es la 'poutine'
Se trata de un plato nacido en Québec como variante de las patatas fritas, una de las muchas formas curiosas que adopta este popular bocado en el mundo. Más que una mera guarnición o acompañamiento se considera un plato en sí mismo por lo contundente y calórico que puede volverse su contenido.
La base son patatas fritas cortadas en bastones al estilo francés -o belga-, pero con un grosor más pronunciado, casi al estilo de las patatas gajo. Al tubérculo se le añaden los típicos curds de queso fresco, pedazos de leche cuajada, bien coronados de salsa estilo gravy, como la que suelen acompañar en Estados Unidos y Canadá los asados de carne. Se cree que nació en alguna cafetería rural a mediados del siglo XX, volviéndose pronto muy popular.
La receta es diferente según el local y hay muchas variantes, pues además admite todo tipo de toppings y aderezos, y son platos perfectos para el formato de cadenas de fast food y para llevar y comer en cualquier parte. En La Maison de la Poutine, por ejemplo, ofrecen un menú variado con diferentes salsas propias y complementos como beicon, cebolla frita, pollo, pulled pork, encurtidos, etc.
Imágenes | Marie - La Maison de la Poutine
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