Se dice que los ricos también lloran, aunque algunos viven en un mundo tan ajeno al nuestro que cuesta empatizar con ciertas situaciones. Nosotros nunca tendremos problemas por contratar un chef personal, básicamente porque no nos lo podríamos permitir, pero no dudamos de que Cristiano Ronaldo y su pareja Georgina Rodríguez vivirán como un drama las dificultades que están teniendo por ocupar el puesto vacante de su nuevo hogar.
Todo apunta a que el futbolista de 37 años, que acaba de fichar por el equipo saudí Al-Nassr, colgará pronto las botas y se retirará a seguir viviendo la vida a la nueva casa que está construyendo en el sur de Portugal. Se espera que la vivienda, que ha costado unos 20 millones de euros, esté terminada para el próximo mes de junio, y la pareja ya ha empezado a contratar el personal que semejante mansión necesita para su mantenimiento y servicios.
Según el periódico 'Correio da Manha', y como recoge el británico 'Daily Mail', encontrar un chef a la altura de las exigencias de Ronaldo y su familia no está siendo tarea sencilla. El futuro cocinero de la familia deberá dominar un buen rango de estilos culinarios y ser capaz de replicar tanto platos tradicionales portugueses como el más refinado sushi japonés. Se ve que el cinco veces ganador del Balón de Oro ha desarrollado a lo largo de su carrera un paladar complejo y refinado, o al menos muy variado en sus gustos e intereses.
La flamante mansión está siendo construida en la llamada riviera portuguesa, en Quinta da Marinha, en Cascais, ocupando un amplísimo terreno cerca del mar. Al parecer cuenta con una zona específicamente diseñada para la elaboración de sushi y otros manjares de la cocina japonesa, una de las favoritas del futbolista -cuando militaba en el Real Madrid solía frecuentar Kabuki Wellington-, pero que no renuncia a los platos de su infancia.
El futuro chef personal de la familia deberá dominar también la cocina portuguesa más tradicional replicando recetas que a Cristiano le preparaba su madre, como el bacalhau à brás, su favorito. Por supuesto, también es un conocido fan de la pizza y seguramente tampoco le hará ascos a los bocadillos de lomo que tanto le gustan a su pareja Georgina.
Portugal: Una cocina entre la tradición y la modernidad. Fotografías de Nicolas Lobbestäel (Cocina T)
Los interesados en ocupar la vacante disponible de cocinero, que cobrará un sueldo de más de 5.000 euros al mes, cerca de los 62.000 euros al año. Siempre que sea capaz de satisfacer las exigentes demandas culinarias de Cristiano, Georgina y sus cuatro hijos.
Fotos | @cristiano
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