Cada maestrillo tiene su librillo y eso es precisamente lo que ocurre con el arroz blanco, en cada casa se prepara de una manera diferente. Existen muchas maneras de prepararlo: en cacerola o sartén, arroz blanco olla expres, o también se puede hacer arroz blanco en microondas, con abundante agua (para luego escurrir), con el agua justa (para no tener que escurrir), tapado o no, rehogado antes o después de la cocción, etc.
Todas ellas son formas de hacer arroz correctas y válidas, aunque hace tiempo compartimos nuestra favorita, la receta con la que conseguimos un arroz en su punto al estilo español, es decir, con los granos bien sueltos. Porque hay arroces en los que se busca que queden apelmazados, pero esos son otra cuestión.
En cualquier caso, para conseguir un buen arroz blanco es fundamental controlar el punto de cocción, controlar la variedad de arroz utilizada, así como el tipo de agua, y tener en cuenta el lugar en el que se prepara. La altitud, la temperatura y la humedad del ambiente influyen mucho en el resultado y condicionan el método a utilizar.
Un arroz blanco bien ejecutado no solo es una guarnición estupenda, sino que sirve de base de otras preparaciones como ensaladas de arroz, unos ricos pimientos rellenos, platos como el arroz frito estilo chaufa, entre otras otras elaboraciones. Sin embargo hay a quienes les cuesta encontrarle la gracia, pero eso es porque desconocen los trucos para hacer un arroz blanco con mucho sabor.
Trucos para arroz blanco
Ajo, laurel y aove
De mi madre aprendí a dorar un diente de ajo (pelado y entero) en aceite de oliva virgen extra, rehogar en ello el arroz y añadir una hoja de laurel junto al agua de la cocción. Estos tres elementos, quizás los más clásicos, aportan mucho sabor al arroz blanco.
Ajo, laurel y aceite de oliva virgen extra son la Santísima Trinidad de mi guarnición favorita, pero a lo largo de los años he ido probando otras formas que funcionan igual de bien y con las que se consigue un arroz blanco con mucho sabor.
Cebolla claveteada
En la Escuela de Hostelería usábamos una cebolla claveteada, es decir, pinchábamos un par de clavos de olor en una cebolla pelada y la sumergíamos en el agua de la cocción del arroz. Un truco perfecto para quienes sois fans del sabor y aroma de esta especia, aunque cuidado con la cantidad usada porque es muy potente.
Salsa de soja
Otro truco que hemos usado y compartido con vosotros en DAP es el de añadir salsa de soja al agua de la cocción. No nos cansamos de preparar así la guarnición de arroz con soja, pesar de la cantidad de años que han pasado desde su publicación.
Otros trucos para mejorarlo
En la gran familia editorial de Webedia hay mucho cocinillas suelto, así que hemos aprovechado para preguntar cuáles son sus trucos para conseguir un arroz blanco cocido con mucho más sabor. Todos ellos testados y probados varias veces en nuestros hogares.
- Añadir ajo en polvo al agua de la cocción, una buen alternativa al ajo fresco.
- Rallar, picar o machacar uno o varios dientes de ajo fresco (cantidad al gusto) y rehogar ligeramente en aceite antes de incorporar el arroz y el líquido de la cocción.
- Sustituir el agua por caldo, mejor si es casero, aunque en un caso de apuro una pastilla de concentrado puede servir de apaño. En este caso conviene no añadir sal.
- Trocear finamente 1/4 de cebolla y rehogar en aceite antes de incorporar el arroz y el agua.
- Agregar perejil picado u otras hierbas (frescas o secas) al líquido de la cocción.
- Incluir un par de granos de pimienta negra al líquido de la cocción.
- Usar mantequilla en lugar de aceite para conseguir un punto de sabor distinto y cierta untuosidad.
- Agregar un poco de pasta de miso disuelta en el agua de cocción, sin añadir sal.
- Exprimir medio limón y añadirlo al líquido de la cocción.
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