No hay más que abrir las ventanas de la cocina para hacer que moscas y mosquitos se autoinviten a la fiesta.
Su presencia en esta estancia resulta especialmente engorrosa, pues, sobre todo las moscas, son capaces de saltar de plato en plato y detectar con gran rapidez dónde se encuentran los restos de comida más a mano.
En cambio (y mientras tanto) los mosquitos nos estarán dejando las piernas como un colador sin que podamos hacer nada contra esta sentencia ya dictada desde que abrimos las ventanas.
Ahora bien, los remedios naturales pueden usarse en este caso a nuestro favor, con tres trucos infalibles contra la invasión de estos insectos.
1.Limpieza y más limpieza
Moscas y mosquitos se sentirán desinteresadas por espacios que huelan a limpio y que no tengan restos de comida: los aromas afilados y cítricos de los productos de limpieza no les interesan para nada.
Mantener el fregadero y la encimera limpios, sin platos llenos de comida y bien aclarados será el remedio definitivo junto con el control de la basura: tirarla a diario y mantenerla tapada mientras no se deseche son clave.
Además, los mosquitos pueden encontrar en las tuberías del fregadero el nido ideal en el que desovar. Limpiar con bicarbonato y vinagre acompañados de agua hirviendo en esta zona es clave.
Asimismo, las zonas encharcadas y húmedas alrededor del fregadero son sumamente atractivas para estos insectos, así que mantenerlo todo seco es, nuevamente, crucial.
2.Repelentes naturales
Hay plantas que por sus aromas son excelentes repelentes naturales, sobre todo situadas estratégicamente al lado de frutas maduras
La menta, la lavanda y la albahaca repelen, de forma natural y sin insecticidas de por medio a moscas y mosquitos, que pasarán de largo de las zonas que estén cerca de este tipo de plantas y sus aromas.
Colocarlas en los alféizares de las ventanas y sobre la encimera ayudará a disipar esta plaga. También el clavo y la canela son potentes repelentes
3.Trampa dulce
Para los que consigan franquear tales barreras, es muy útil disponer de una trampa mortal de tintes dulces y no por ello menos efectiva.
En un cuenco, se puede poner vinagre de manzana que atraerá a ambis tipos de insectos a su interior. Unas gotas de jabón en este caldo ayudarán a que los mosquitos y moscas no puedan abandonar la superficie de este líquido.
Foto | Polina Kovaleva y Burst.
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