Conseguir que los niños (y, a veces, los adultos) coman pescado no es habitualmente una tarea fácil. Pero, en la cocina, siempre se encuentran trucos para hacer que los alimentos a priori menos apetecibles para los peques encuentren un hueco en su dieta: las empanadillas son un buen ejemplo.
Imprescindibles en cualquier recetario familiar, para los mayores tienen un indiscutible sabor a infancia; para los niños y niñas, son una manera divertida y especial de comer aquello que no les entusiasma. Preparar unas empanadillas caseras no tiene misterio: la clave está en elaborar un buen relleno.
¿Qué hay de la masa? Las obleas Buitoni lo ponen fácil: son versátiles y resistentes, fáciles de doblar y de cerrar y, como no se rompen ni se pegan, permiten que los pequeños de la casa participen en su elaboración.
Ingredientes
- 1 paquete de obleas pequeñas Buitoni (160 g)
- 80 g de tomate frito estilo casero Solís
- 200 g de bacalao desalado limpio de espinas y piel
- 2 huevos duros picados
- 1 huevo para pintar
- 80 g de pimientos del piquillo cortados en trocitos
Dificultad
Fácil
Tiempo de preparación
15 minutos
Tiempo de cocción
10-12 minutos
Elaboración de las empanadillas de bacalao paso a paso
En muchos hogares, las clásicas empanadillas de pescado son las de atún. Pero, en esta receta, cambiamos ese ingrediente por el bacalao, muy sabroso, fácil de desmigar y menos húmedo que un atún en conserva.
Preparamos el relleno
Comenzamos la elaboración de nuestras empanadillas precalentando el horno a 200 ºC. Mientras coge temperatura, preparamos el relleno: cortamos a trocitos pequeños el bacalao y lo mezclamos con los huevos duros picados, los pimientos (también troceados) y el tomate frito.
Disponemos las empanadillas
Para ahorrar tiempo, lo ideal es colocar una lámina de papel de horno sobre la bandeja de hornear. Encima, disponemos las obleas para empanadilla y, sobre cada una de ellas, ponemos una cucharada de relleno.
Cerramos las empanadillas y horneamos
Damos forma a las empanadillas cerrando las obleas sobre sí mismas, presionando con ayuda de un tenedor para darles las clásicas “muescas” en los bordes.
Pincelamos las empanadillas con el huevo batido y las horneamos durante 10 o 12 minutos hasta que estén doradas y brillantes. Al optar por cocinarlas en el horno en lugar de freírlas, conseguimos un plato más saludable.
Trucos y consejos para unas empanadillas de bacalao
Esta receta es muy fácil, por lo que el único paso en el que hemos de tener cuidado es en la colocación del relleno. No conviene servir más de una cucharada en el centro de la oblea: en caso contrario, cerrar las empanadillas resultará más complicado y el resultado no será el que buscamos.
Tanto si nos hemos aficionado al batch cooking (la tendencia de cocinar un día para toda la semana) como si nos gusta optimizar esfuerzos en la cocina, podemos preparar doble ración de empanadillas y congelar las que sobren. Cuando nos apetezca consumirlas, bastará con sacarlas del congelador con antelación y hornearlas.
¿Truco para congelarlas y que no se peguen? Colocarlas en un papel de horno separadas entre sí. Una vez se congelen, podemos agruparlas y reunirlas en un tupper.
Con qué acompañar las empanadillas de bacalao
Estas empanadillas funcionan muy bien como cena informal o como segundo plato tras una ración de verdura, un pisto o una ensalada. Pero ¿por qué limitarlas a la comida o cena? Dado lo bien que se conservan, se pueden consumir como tentempié en la oficina o en el escritorio mientras teletrabajamos. Y, en el caso de los niños, serán un almuerzo de lo más original para tomar en el patio junto a una mandarina o un plátano.
Además, las empanadillas son grandes aliadas de las excursiones y picnics. Con un poco de hummus o guacamole y algo de fruta nos solventarán cualquier cita al aire libre.
Otras recetas de empanadillas de bacalao
Manteniendo el bacalao como ingrediente esencial de estas empanadillas, se pueden desarrollar muchas versiones de esta receta. Por ejemplo, es posible preparar un relleno de champiñones, cebolla caramelizada (bastará con dejar que se cocine a fuego lento en su propio jugo) y bacalao, sencillo pero apto para todos los paladares.
Para una versión de inspiración oriental, el bacalao se puede combinar con una cucharada de salsa teriyaki y unas setas shiitake. Para conseguir un contraste de sabores y texturas de lo más sorprendente, podemos optar por combinar el bacalao con unas pasas y unas almendras picadas: el dulce de las pasas y el salado del bacalao combinarán muy bien entre sí y con el toque crujiente de los frutos secos.
Nada como aprenderse la teoría para cocinar unas empanadillas de bacalao canónicas y, a partir, de ahí, ¡que entre en juego la diversión en la cocina!
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