Convertidas en un icono de la repostería francesa, las clásicas palmeritas de hojaldre son un bocado irresistible que sigue conquistando a grandes y pequeños de todas las generaciones. Dulces o saladas, son deliciosas y tienen además la ventaja de que son muy fáciles de preparar en casa.
El secreto de unas buenas palmeritas está en la calidad de sus ingredientes, siendo clave contar con una buena masa de hojaldre fácil de manipular, que no se rompa y que nos garantice esa textura crocante inconfundible. Con la masa de hojaldre rectangular de Buitoni podrás preparar las mejores palmeritas caseras en familia, personalizándolas como más te gusten.
Una palmerita de hojaldre de calidad se reconoce por ese suculento crujir que emiten desde el primer bocado, revelando una masa perfecta. La masa de hojaldre Buitoni, con sus 196 finísimas capas hojaldradas, garantizan ese levado impecable en el horno, logrando un volumen aireado, ligero y lleno de textura. Tras triunfar con esta receta, aquí y aquí, encontraréis más de toque navideño.
Receta fácil, casera, rápida y original de palmeritas clásicas de azúcar
Las palmeritas de azúcar son la versión más tradicional de este dulce. Crujientes y caramelizadas, son perfectas para acompañar con un gran vaso de leche para merendar. Y su elaboración es sencilla a más no poder.
Tiempo de preparación
10 minutos (más 20 minutos de reposo)
Tiempo de horneado
10-12 minutos
Dificultad
Fácil
Ingredientes
- 1 masa de hojaldre rectangular Buitoni
- Azúcar
- (Opcional) Chocolate para postres
Elaboración de la receta de palmeritas clásicas de azúcar
Preparación de la masa
Colocamos el papel que envuelve la masa sobre una superficie de trabajo. Espolvoreamos con azúcar y desenrollamos la masa de hojaldre encima, en horizontal. Pasamos ligeramente el rodillo para que el azúcar se adhiera a la masa, y marcamos con un cuchillo el centro, dividiéndolo en dos mitades pero sin llegar a cortarlo.
Plegado de la masa
Doblamos los lados más cortos del rectángulo sobre sí mismos hasta hacer coincidir cada borde con la marca central. Podemos ayudarnos con el papel sobre el que estamos trabajando. Espolvoreamos con azúcar y volvemos a pasar suavemente el rodillo para que se integre de nuevo en la masa. Por último, doblamos cada lado sobre el otro, y espolvoreamos con azúcar por encima.
Reposo
Con cuidado, ponemos la tira de hojaldre en una fuente o plato y la dejamos reposar en la nevera 15-20 minutos. Mientras tanto, precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo, y preparamos una fuente o bandeja grande.
Formado y horneado
Sacamos el hojaldre y cortamos en porciones de, aproximadamente, 1 cm o 1,5 cm de grosor (un dedo índice). Las distribuimos en la bandeja sobre el mismo papel de hornear que hemos usado, dejando espacio entre ellas. Horneamos durante unos 10-12 minutos, damos la vuelta a cada unidad con cuidado y las dejamos hornear unos minutos más, hasta que terminen de dorarse. Las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Si queremos darles un toque diferente, podemos derretir un poco de chocolate a intervalos cortos de 5-7 segundos en el microondas, removiendo bien y vigilando la temperatura, hasta que esté fluido. Solo tendremos que mojar las palmeritas a nuestro gusto, darles unos toquecitos para que escurran bien y dejar de nuevo en la rejilla hasta que estén secas.
Trucos y consejos
Dependiendo de cómo dobles la masa, tendrás unas palmeritas más grandes o más pequeñas. Si doblas los laterales más largos hacia el centro, tendrás más palmeritas de menor tamaño. Si los que doblas son los extremos más cortos, tendrás menor cantidad de palmeritas pero, a cambio, serán más grandes .
Para conseguir un resultado impecable, recuerda sacar la masa de la nevera antes de empezar a manipularla y te será más fácil estirarla y formarla. Es muy recomendable no saltarse el paso del reposo en la nevera, para que al cortar cada porción las palmeritas conserven su forma.
El horno debe estar bien caliente antes de introducirlas, asegúrate de que tu electrodoméstico alcanza la temperatura marcada de 200ºC, y no lo abras durante los primeros minutos de horneado.
No te olvides de dejarlas enfriar sobre una rejilla para evitar que se forme condensación bajo la masa por el calor. Esto podría reblandecer el hojaldre y estropear la textura.
Otras recetas de palmeritas
Anímate a personalizar tus palmeritas dulces y saladas con muchos más rellenos y sabores diferentes. Puedes servirlas, además de como merienda, en el aperitivo, o como parte de una cena de picoteo.
Palmeritas de frutos secos
En la versión dulce, utiliza la misma receta de palmeritas de azúcar y añade además frutos secos picados muy finos a tu gusto: almendras, pistachos, nueces, avellanas… o una mezcla de todos. Si las prefieres saladas, omite el azúcar y añade un poco de queso rallado.
Palmeritas de mermelada
Prueba con tus sabores favoritos según la temporada, así puedes darles también colores diferentes: fresa, melocotón, naranja, cerezas, higos, frambuesas, etc. Aunque son dulces, son también deliciosas como parte de una merienda o un picoteo con quesos.
Palmeritas noruegas
Cubre el hojaldre con queso crema de untar, coloca encima lonchas finas de salmón ahumado y adereza con eneldo fresco. Puedes hacerlas también con bacalao ahumado.
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Con qué acompañar las palmeritas de hojaldre: el maridaje perfecto
Desayuno y merienda son los momentos ideales para disfrutar de nuestras palmeritas. Dulces o saladas, hay muchas maneras de acompañarlas.
Leche fría o caliente
Lo más sencillo, a veces, es lo que más triunfa. Y el clásico vaso de leche sigue siendo la pareja perfecta para mojar las palmeritas dulces, con o sin chocolate. Puedes servirla bien fresquita o, si te gusta más, caliente, al natural o endulzada con un poco de miel, con cacao en polvo o aromatizada con canela y limón.
Chocolate a la taza
Ideal para meriendas de días festivos o para celebrar alguna ocasión especial, el chocolate casero a la taza hará las delicias de toda la familia. Es el maridaje más goloso para realzar el sabor de las palmeritas de hojaldre clásicas, de azúcar, aunque también es perfecto para recetas con frutos secos.
Té o infusiones
Un saludable té de las cinco al estilo inglés es otra gran alternativa para disfrutar de nuestras palmeritas. Puedes preparar variedades distintas cada vez o elegir infusiones sin teína, como una manzanilla, un rooibos o un menta-poleo. En verano, puedes hacer infusiones frías o té con hielo aromatizado con fruta fresca. Maridan igual de bien con palmeritas dulces y saladas.
Zumos caseros
Los zumos caseros son una opción muy saludable para la merienda y combinan tanto con palmeritas dulces como saladas. Desde el clásico zumo de naranja hasta un nutritivo zumo de zanahoria o tomate, utiliza productos de temporada para lograr el máximo sabor.
Origen e historia de las palmeritas
Hay unanimidad a la hora de señalar al padre de las palmeras de hojaldre: el aprendiz de pastelero Claude Gellée las creó en 1645. La creencia más extendida es que fue una serendipia. Estaba preparando una receta de pan para su padre enfermo con harina, mantequilla y agua, la plegó una y otra vez, y la moldeó en forma de pan. Con el horneado, creció y dio lugar a un formato diferente.
Lo más curioso del caso es que Gellée, más conocido en español como Claudio de Lorena, ha pasado también a la historia por su afición a la pintura (fueron célebres sus paisajes y marinas). De hecho, aunque se trasladó a París y después a Florencia, donde perfeccionó la receta, convirtiéndola en un verdadero bestseller, terminó sus días dirigiendo en Roma una escuela de pintura.