Cuando hacemos una fiesta en casa solemos recurrir a las vajillas desechables que nos evitan tener que lavar montones de platos y nos solucionan el problema de la cantidad de recipientes. Pero la comodidad tiene como contrapunto la cantidad de desperdicios que se ocasionan con el daño consiguiente para el medio ambiente. Lo mismo, a mucha mayor escala sucede con los cáterings que se ofrecen en cócteles y todo tipo de fiestas.
La idea de hacer vajillas comestibles no es nueva, pero ahora la empresa belga Do Eat la ha hecho realidad con una pequeña serie de recipientes hechos con fécula de patata que pueden contener todo tipo de alimentos tanto dulces como salados ya que su sabor es totalmente neutro.
Estos pequeños contenedores comestibles están hechos únicamente con agua y patatas, sin aditivos, sin sal ni azúcar y sin materias grasas y tienen tan solo 3,7 calorías por unidad, se pueden rellenar hasta dos horas antes de consumirlos e incluso se pueden pasar unos minutos por el horno para darles una textura crujiente.
En principio me parece una idea muy interesante y un paso más en el camino de la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Me faltaría probarlo en la práctica para comprobar que es agradable en la boca y que no interfiere en el sabor y la textura de la comida que al fin y al cabo creo que es lo decisivo para que este producto triunfe.
Más información | Do Eat
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