Esta es la mejor manera de conservar la mantequilla de cacahuete, tahini y cremas vegetales: el truco más fácil

Esta es la mejor manera de conservar la mantequilla de cacahuete, tahini y cremas vegetales: el truco más fácil
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La salsa tahina, tahini o pasta de sésamo, así como las mantequillas o cremas vegetales de frutos secos, se han convertido en un básico de muchas despensas. Caseras o comerciales, no son ni mucho menos territorio exclusivo de veganos; la tahina por ejemplo es básica en Oriente Medio y la peanut butter es un icono americano. Son versátiles, nutritivas y se conservan perfectamente durante mucho tiempo.

Pero hay que matizar eso de perfectamente. Salvo algunos productos más industriales y procesados, las mantequillas vegetales se suelen separar en dos partes bien diferenciadas al permanecer estables: los aceites naturales salen a superficie. Por suerte, un pequeño y sencillísimo truco para conservarlas nos ahorrará las molestias de tener que remover con fuerza para disfrutar de la textura perfecta.

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La separación de los aceites: un proceso natural pero molesto

Una crema o mantequilla vegetal, 100% natural, se compone única y exclusivamente del fruto seco o semilla en cuestión. En ocasiones, sobre todo en las versiones caseras, podemos incluir algo de sal o aceite de oliva para facilitar el proceso de triturado, y ayuda también a rebajar la potencia del sabor y suavizar la textura.

Tahina

El problema es que, con el tiempo, ese aceite se va separando y emerge a la superficie. La crema no se ha estropeado, solo nos obliga a remover con mucha energía durante un rato para volver a obtener esa deliciosa textura homogénea que tanto nos gusta. Y en un producto tan concentrado, no siempre es fácil o cómodo.

Al triturar el fruto durante varios minutos se van liberando poco a pocos los aceites naturales del mismo, esa grasa tan nutritiva y saludable, responsable del alto contenido energético de estros ingredientes. De una especie de polvo pasamos a una bola de masa algo sólida hasta que los aceites transforman en producto en una crema más o menos húmeda.

El truco más sencillo para conservar los tarros: darles la vuelta

Tahina

La solución desde luego es tan sencilla que es inevitable sentirse algo inútil por no haberlo deducido antes. Tan solo hay que guardar los tarros, bien cerrados, del revés. Colocando los botes boca abajo el aceite vuelve a subir, pero lo hace colocándose ahora en la parte inferior del recipiente.

Al darle la vuelta, ese aceite vuelve a emerger hacia la superficie y el cuerpo de la crema baja, fundiéndose de forma natural. Aún tendremos que remover un poco para asegurarnos de que nuestra tahina o mantequilla de cacahuete estará perfectamente cremosa, pero el esfuerzo será mínimo.

Tahina

Lo ideal es mantener estas cremas en la puerta de la nevera para alargar aún más su conservación y conservar sus propiedades organolépticas. Si nos acostumbramos a usarlas más a menudo, también lograremos mantener esa cremosidad homogénea de forma más sencilla, sin sufrir la molesta separación. Y merece la pena incorporarlas con más frecuencia a nuestra cocina cotidiana.

La tahini es un ingrediente básico para elaborar cualquier receta de hummus y así ajustarla a nuestro gusto, pero también es excelente para elaborar salsas, marinadas, aliños o vinagretas. La crema de cacahuete o sus variantes de almendra, nueces o avellanas tienen exactamente las mismas aplicaciones, y podemos usarlas como alternativa de la mantequilla y margarina en la elaboración de repostería y dulces.

Mantequilla Cacahuete

Por su alto poder energético no se recomienda devorar los tarros a cucharadas, pero son un bocado muy saludable para picar cuando necesitamos reponer fuerzas entre horas, pues además son muy saciantes. Combinan con ingredientes salados y dulces -por ejemplo, con frutas de todo tipo- y también nos sirven para untar en pan en la elaboración de tostas, tostadas, bocadillos y sándwiches.

Si compraste un tarro de tahini o mantequilla vegetal y está olvidado en un cajón o al fondo de la nevera, merece la pena volver a darle uso. Recuerda colocarlo boca abajo la próxima vez y tendrás tus cremas de frutos secos listas para disfrutar.

Fotos | iStock

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