Los viernes por la tarde me suele invadir el espíritu repostero y me pongo a buscar inspiración para ver qué podría hornear pensando en el fin de semana. Al final me levanté del ordenador para recuperar mi biblioteca de libros de cocina, y la siempre infalible Nigella Lawson me iluminó con su imprescinidble How to be a domestic goddess. Este cake de almendra y mermelada de fresa surgió de adaptar a mi gusto una de sus recetas.
No es exactamente un bizcocho ni tampoco un pastel, yo entiendo los cakes como esos dulces típicos de la repostería anglosajona que no suelen llevar muchas florituras, pero tienen una miga jugosa y aromática. Nigella tiene muchas variaciones de los tipo loaf cakes, como el Madeira o el Pound cake. Perfectos para acompañar el té o el café, y que a mí me chiflan con un poco de almendra molida y algún toque afrutado en su interior. Si haces la mermelada de fresa casera, el disfrute es máximo.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar el molde forrándolo con papel sulfurizado o engrasándolo con mantequilla y un poco de harina tamizada. Disponer la mantequilla cortada en cubos en un recipiente grande y batir un poco con una batidora de varillas. Añadir el azúcar y la ralladura de limón o naranja y batir bien hasta tener una crema esponjosa y homogénea.
En un cuenco aparte batir ligeramente los huevos para romperlos y echarlos poco a poco a la masa, batiendo al mismo tiempo. Terminar de batir con la esencia de almendra y la de vainilla, hasta que quede bien integrado. En otro recipiente, mezclar con unas varillas la harina, el almidón de maíz, la almendra, la levadura, la sal y el cardamomo.
Incorporar los secos a la masa en dos o tres tandas, batiendo después de cada adición. Agregar finalmente la leche y batir lo justo hasta integrarla bien. Terminar de mezclar con una espátula o lengüeta. Cubrir la base del molde con la mitad o 1/3 de la masa. Añadir encima una capa de mermelada de fresa, al gusto, y cubrir con el resto de masa.
Igualar bien la masa para dejarla recta usando el dorso de una cuchara grande o con la espátula. Hornear sobre una rejilla durante unos 45-50 minutos, bajando la temperatura del horno a 170ºC pasados 15 minutos. Mejor si giramos el molde a mitad de la cocción, para que se dore por igual. Esperar 10 minutos fuera del horno antes de desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Con qué acompañar el cake de almendra y fresa
El delicioso aroma que inunda la cocina al salir este cake de almendra y mermelada de fresa del horno hace que sea difícil resistirse a catarlo inmediatamente, pero hay que esperar. Diría incluso que mejora con el paso de las horas, así que es una buena idea prepararlo por la tarde-noche para disfrutarlo al día siguiente. Es dulce pero no empalagoso, así que lo podemos servir tanto en el desayuno o merienda como con el café de sobremesa.
En Directo al Paladar | Cake de dátiles y jengibre. Receta
En Directo al Paladar | Cake de albaricoques y cerezas con buttermilk a la lavanda. Receta dulce de verano