Estos canutillos de torrijas son una deliciosa manera de variar un dulce tan clásico y tan propio de estas fechas de Semana Santa. Su elaboración no puede ser más fácil ni más rápida. En 15 ó 20 minutos se puede improvisar un riquísimo postre para sorprender a la familia o unos invitados inesperados.
En esta ocasión los he rellenado con crema de cacao con avellanas, pero también quedan riquísimas con una mermelada de fresa o frambuesas.
Estoy segura de que os gustarán tanto que se os ocurrirán innumerables variaciones de acuerdo con vuestros gustos.
Batimos el huevo en un bol y le añadimos la leche, mezclamos bien.
Ponemos una rebanada sobre la mesa y la aplastamos bien con el rodillo hasta que quede fina. Untamos una tira de crema paralela al borde más cercano a nosotros,no hay que poner mucho para evitar que se salga. Repetimos esta operación con todas las rebanadas.
Pasamos los canutillos por la mezcla de huevo y leche sin dejarlos que se empapen demasiado ya que el pan es muy fino y tierno y se podría romper. Los vamos poniendo en un plato.
Calentamos abundante aceite en una sartén honda y cuando esté bien caliente vamos friendo los canutillos hasta que estén dorados por todos lados. Los sacamos y los ponemos a escurrir en un plato cubierto con papel de cocina. Por último mezclamos tres cucharadas de azúcar con un par de cucharaditas de canela y rebozamos en esta mezcla los canutillos.
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Con qué acompañar los canutillos de torrijas
Podéis tomar estos canutillos de torrijas tanto recién hechos como fríos. Su exterior crujiente y el interior esponjoso y chocolateado serán un placer tanto para niños acompañando una taza de leche como para mayores con una copita de vino dulce.
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