Hace un tiempo ya indagamos por aquí en los orígenes del bundt cake y su relación con el Kugelhopf y otros dulces similares. En Austria los Gugelhupfe son uno de los dulces más populares, tipo bizcocho pero enriquecido y siempre horneado con vistosos moldes en forma de anillo. Aprovechando el Día Mundial del Bunt Cake, hoy quiero tentaros con esta versión del Marmor-gugelgupf, con chocolate y un toque de vino de Oporto.
Lo que más me gusta de los bundt es lo bien que lucen en la mesa sin necesidad de complicarse la vida con decoraciones, rellenos o glaseados. Es un bizcocho que se convierte en pastel y el dibujo de chocolate sin duda es uno de los favoritos para los austriacos, que también disfrutan con el bizcocho marmolado cebra. El toque de vino dulce es opcional pero muy recomendable, y siempre se puede sustituir por un zumo de frutas, infusión aromática o algo más de leche, mejor si es aromatizada.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar un molde grande para bundt cake, con capacidad para 2,5 litros. Lo mejor es engrasarlo con mantequilla y espolvorearlo con harina o pan rallado fino, tamizado, y sacudiendo el exceso boca abajo.
Colocar la mantequilla ablandada y troceada en un recipiente grande, añadir el azúcar y batir con batidora de varillas durante unos 5 minutos, hasta lograr una crema esponjosa y homogénea. Añadir los huevos uno a uno, batiendo un poco más cada vez, hasta incorporarlos bien.
Tamizar aparte la harina con la levadura y la sal, y añadirlos a la masa. Batir ligeramente y echar los 140 ml de leche, mezclando hasta lograr una combinación homogénea. Separar 1/3 de esta masa y mezclar en ella el cacao en polvo tamizado, el resto la leche y el vino de Oporto.
Llenar el molde creando un efecto bicolor al gusto. Yo pongo un fondo de la primera masa, añado la capa de chocolate y cubro con el resto de la primera. Después paso un cuchillo de punta para dar un efecto marmolado al interior.
Hornear durante unos 55-60 minutos, comprobando el punto pinchando con un palillo o un cuchillo, que debe salir con pequeñas miguitas adheridas. Esperar 10 minutos fuera del horno antes de desmoldar sobre una rejilla. Dejar enfriar completamente.
Para el glaseado, trocear el chocolate y llevar a ebullición la nata. Añadir el Oporto y el chocolate, mezclando bien hasta lograr una crema homogénea. Repartir sobre el bizcocho y decorar con chocolate blanco o unos frutos secos, si se desea. Esperar a que el glaseado se endurezca antes de servir.
Tamizar aparte la harina
Con qué acompañar el Marmor-gugelgupf o bundt cake marmolado
Me gusta servir un bizcochón de chocolate como este Marmor-gugelgupf con fruta fresca o compota casera, especialmente frutos rojos como las frambuesas. Con té, café, un licor dulce o una buena infusión se convierte en un postre o merienda de lujo, también un capricho de desayuno para los más golosos. No es una receta para hornear cada semana, pero de vez en cuando podemos permitirnos tentaciones así, sobre todo si las podemos compartir.