Con la masa de galletas de hombres de jengibre, la típica de gingerbread man, podemos hacer mil cosas para pasarlo bien en las fechas navideñas. Además de la típica casita de jengibre, una idea más sencilla y muy vistosa es la de esta caja con masa de galletas, una manualidad muy entretanida con la que nos pueden ayudar los niños.
La idea me fascinó en cuanto la vi en el blog estadounidense de King Arthur Flour. Si con la masa de jengibre se pueden hacer casitas, ¿por qué no "construir" otras cosas? Sólo hace falta un poco de creatividad, algo de maña, y también una chispa de ilusión navideña para sorprender a familiares y amigos con el resultado.
Derretir la mantequilla, mezclar con el azúcar moreno y la melaza y dejar enfriar un poco. Añadir el huevo, batiendo ligeramente hasta incorporarlo bien. En un recipiente de tamaño medio, mezclar la harina con las especias, la sal la levadura y el bicarbonato.
Formar un hueco y echar la primera preparación, trabajando todo bien hasta conseguir una masa homogénea y ligeramente pegajosa. Dividir en dos porciones y envolver cada una en plástico film. Dejar enfriar en la nevera como mínimo una hora, mejor toda la noche.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja forrándola con papel sulfurizado. Enharinar ligeramente la superficie de trabajo y estirar la masa con ayuda de un rodillo, hasta dejar un grosor de unos 5-6 mm.
Con ayuda de un cuadrado de cartón o similar, recortar cinco porciones del mismo tamaño, y una sexta ligeramente más grande, por cada caja que vayamos a realizar. Colocar en la bandeja y hornear durante unos 10 minutos, hasta que se empiecen a dorar los bordes. Esperar unos minutos fuera del horno y dejar enfriar en una rejilla.
Para preparar el glaseado, batir ligeramente la clara de huevo y añadir 1/3 del azúcar glasé. Batir con batidora de varillas e ir incorporando el resto del azúcar hasta conseguir una textura homogénea y densa, de consistencia similar a la pasta de dientes. Llenar una manga pastelera con boquilla redonda lisa y decorar cinco de los cuadrados de masa, incluyendo la tapa.
Una vez seca la decoración, montar la caja sobre la base sin decorar, usando más glaseado como pegamento en las juntas. Cuando se haya secado y la caja se sostenga por sí misma, terminar de decorar las juntas y los bordes superiores. Dejar secar totalmente durante varias horas antes de manipular la caja.
Con qué acompañar las cajas
Estas cajas navideñas elaboradas con masa de galleta son sin duda un detalle muy original para sorprender durante las fiestas, especialmente si las llenamos de pequeños regalos, bombones o caramelos. Pueden ser una manera estupenda de agasajar a los invitados, o un regalo para alguien especial. Nos sirven también como bonita decoración que además emite un delicioso aroma. Cuando termine la Navidad, aunque se habrá reblandecido y perdido un poco de sabor, podremos comernos la masa sin problemas. Está riquísima mojada en leche.
En Directo al Paladar | Renos de chocolate y nubes. Receta de Navidad
En Directo al Paladar | Galletas Spitzbuben suizas. Receta de Navidad