Quiero contaros esta receta de espirales de hojaldre de tapenade y salmón ahumado porque es una receta muy fácil para el aperitivo y además sirve para dar salida a sobras que tengamos de otras preparaciones. Ya veréis qué ricos están.
Se trata de una sencilla receta de aprovechamiento de sobras que hice con unos restos de hojaldre que tenía en la nevera después de hacer unos pastelitos de curd de limón y cerezas y con un bote de tapenade de aceitunas que tenía abierto.
Comenzamos cortando unas tiras de hojaldre de unos tres cm de ancho y unos diez de longitud. Las untamos con una capa ligera de tapenade o pasta de aceitunas y después ponemos unas tiritas de salmón ahumado que cubran la mitad de la superficie, tal como veis en las fotos.
Seguidamente, doblamos las tiras por la mitad, de forma que el hojaldre quede por fuera y las vamos enrollando sobre si mismas formando las espirales. No es nada complicado y queda una espiral de unos seis o siete cm de diámetro.
Tras barnizarlas con un poco de yema de huevo, las horneamos a 220º en horno precalentado, hasta que quedan bien doradas. No harán falta más de 10 minutos. Las podemos servir frías o templadas, según nos venga mejor.
Con qué acompañar los espirales de hojaldre de tapenade y salmón ahumado
Estas espirales de hojaldre de tapenade y salmón ahumado tienen el encanto de los aperitivos hechos aprovechando sobras. Además, están tan ricos que dan ganas de hacerlos en más cantidad, cuando tenemos invitados en casa. Con una cerveza o un vermut bien frío son ideales para cuando tenemos antojo de algo rico sin necesidad de complicarnos la vida en la cocina.
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