Las navajas son uno de los moluscos que más me gustan, y por eso, cuando las veo de oferta, aprovecho y compro una malla para prepararlas antes de que llegue la hora del almuerzo. Hoy he preparado una receta de navajas en salsa para el aperitivo, una deliciosa forma de disfrutar de ellas, que además apenas tiene trabajo.
Recordad siempre, que lo fundamental cuando cocinéis con navajas es lavarlas muy bien para que no quede ni rastro de arena. Por bueno que esté el guiso que hagáis, si al morder la navaja encontramos arena, todo el trabajo se habrá echado a perder. Por eso hay que prestar atención a las instrucciones para lavarlas sin dejar rastro de tierra que os doy a continuación.
Como os indicaba al principio, la parte fundamental es la de la limpieza de las navajas, para lo cual las metemos en un bol con abundante agua fría y las dejamos durante 15 minutos. Después, las sacamos del agua -sin volcarla, sino cogiéndolas de una en una- y las lavamos bajo el grifo. Después vaciamos y limpiamos el bol y las volvemos a dejar en remojo con agua nueva. Repetimos esta operación 3 veces hasta que el agua del bol no tenga ya rastros de arena. Es mejor pasarse que quedarse cortos.
En una cazuela, ponemos un poco de aceite de oliva y pochamos la cebolleta y el diente de ajo picados muy finos. A mí me gusta con un ligero toque picante y por eso añado una pequeña guindilla. Cuando la cebolleta esté bien pochada, añadimos la harina y removemos con una cuchara de palo para que se reparta bien.
Añadimos el vino y movemos un poco la cacerola para que los sabores se repartan y entonces incorporamos las navajas y las dejamos tres minutos para que se abran mientras el alcohol del vino se evapora. Entonces agregamos el caldo de pescado o fumet y dejamos cocinar las navajas durante tres o cuatro minutos más. Probamos de sal, espolvoreamos con perejil picado y las llevamos a la mesa.
Con qué acompañar las navajas en salsa para el aperitivo
Las navajas en salsa son estupendas a la hora del aperitivo ya que con 3 ó 4 por persona y un poco de pan con la exquisita salsa resultante, os quedaréis encantados. Con una cerveza bien fría o un vinito blanco, no necesitaréis más para disfrutar de ese momento.
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